Está por ver que el millonario fichaje de Broncano vaya a acabar con El Hormiguero, que al final es de lo que se trata, pero puede no ser suficiente. Habrá que acabar también con Iker Jiménez, de hecho corren al respecto algunos rumores. Y no es de extrañar, viendo algunas de las cosas que el intrépido periodista se atreve a publicar en su programa “Horizonte”.
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¿Es posible que la izquierda todavía se atreva a presumir de la gestión de Irene Montero? ¿Qué le está haciendo la izquierda a la mujer en España? ¿Cuáles son los resultados de las políticas izquierdistas respecto a la seguridad y la mujer? ¿De qué tipo de políticas y discursos son fruto estos aterradores resultados? ¿Qué están haciendo con nuestra sociedad? ¿Qué tiene que votar una muer para sentirse más protegida y segura? ¿A la izquierda?
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Como las cifras se comentan solas basta con mostrarlas, pero mostrarlas es pecado capital. Que ofrecer este tipo de datos molesta al gobierno no es una suposición. De hecho molesta bastante más Iker Jiménez que Pablo Motos, desde luego no menos, lo que pasa es que Horizonte tiene menos audiencia que El Hormiguero. Sea como sea el que dice algo que no le gusta al gobierno queda señalado y los recursos del estado pasan a ser utilizados para destruirlo. Los 28 millones dedicados a destruir a Pablo Motos sirven al mismo tiempo para premiar a Broncano. Por un lado se elimina al desafecto y por otro se premia al buen lacayo, dos por uno con el dinero de todos.
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"El hospital fantasma de Ayuso costó 200 millones de euros y tuvo en 2022 tres ingresos de pacientes al día de media. El chiste malo hay que hacerlo al revés.
¿Cuántos programas se podrían hacer con lo que ha costado un Zendal vacío?"https://t.co/jFutU1k01X Por @Guerraeterna
— elDiario.es (@eldiarioes) April 12, 2024
Es curioso que para justificar el fichaje de Broncano ahora la izquierda se ponga a hablar del Zendal. Si de repente hay una pandemia y faltan camas te llaman asesino. Si construyes un megahospital para tener camas en caso de que haya una pandemia te llaman despilfarrador. Y así justifican hacer rico a un tipo que, cuando se tenía que haber estado tomando medidas de contención para salvar ancianos en las residencias, lo que estaba haciendo era cantar coronavirus oé para seguir las consignas del gobierno de que no había motivo de alarma y que había que celebrar el 8M con normalidad. Por otro lado, si el gasto del Zendal es injustificable y se compara el fichaje de Broncano con el Zendal, ¿pasa a ser justificable el gasto del Zendal o injustificable el de Broncano? En fin, la izquierda sabrá.
Muchos periodistas coinciden en señalar la existencia de presiones que amenazan con amordazar la libertad de prensa en España #Horizonte pic.twitter.com/ZXqBH4eDt9
— Iker Jiménez (@navedelmisterio) April 11, 2024
Comenzábamos diciendo que, como evidencia el caso de Pablo Motos, vivimos ya en un país en el que el periodista que critique al gobierno se juega su puesto de trabajo. Todavía no se encarcela a los periodistas críticos con el gobierno pero no cabe descartarlo en próximos capítulos. O sea, quien se gasta 28 millones para tapar la boca a un periodista cabe sospechar que bien podría taparle la boca con muchas menos molestias metiéndolo en la cárcel, si eso estuviera en su mano y siguiendo el principio de que quien puede lo mayor puede lo menor, o si puedes saltar 30 centímetros puedes saltar 20.
Publica Alvise Pérez que Mediaset despedirá a Iker Jímenez si Vito Quiles sale esta noche en Horizonte.
“Esta mañana ha habido una reunión crítica presidida por Manuel Villanueva y otros peces gordos de Mediaset debida a la invitación que Iker Jiménez ha extendido a Vito Quiles… pic.twitter.com/uefE7kDlT7
— Oh! Periodista! (@OhPeriodista) April 11, 2024
Ayer mismo sin ir más lejos fue noticia la posibilidad de que Iker Jiménez fuera a ser despedido por osar entrevistar a Vito Quiles, un periodista acreditado en el Congreso al que sistemáticamente la izquierda y el nacionalismo se niegan a responder sus preguntas. Ya se verá si el posible despido de Iker Jiménez es un bulo o no, porque efectivamente osó entrevistar a Vito Quiles, pero de lo que no cabe duda es de que Iker Jiménez molesta y de que tenemos unos partidos en el poder que se permiten elegir los periodistas y las preguntas a contestar y las que no. Como en una dictadura, podríamos decir. ¿O para que pase eso hay que estar en la dictadura ya?
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