Para la mayoría de los lectores de la prensa Navarra, probablemente haya pasado inadvertido un anuncio inmobiliario aparecido el domingo pasado. Era difícil, sin embargo, encontrar tantas claves de la crisis en tan poco espacio. El objeto del anuncio era la venta de pisos “muy luminosos” en la zona nueva de San Jorge. Nada particular si no se reparaba en una serie de detalles curiosos.
Por un lado la aparición, junto al precio actual de la oferta, del precio anterior a la rebaja. El contraste entre ambas cifras nos sitúa ante una caída del precio del 25%. De esto hablamos cuando hablamos de crisis inmobiliaria.
Por otro lado, el detalle significativo de la propia identidad del anunciante, al tratarse de la inmobiliaria de una importante entidad financiera. He aquí otra de las claves de la crisis, al haber pasado las entidades financieras de ser grandes acreedores a ser grandes inmobiliarias.
El tercer elemento lo encontramos en la letra pequeña, y es la fórmula para convertir el ladrillo (materia prima de las inmobiliarias) otra vez en dinero (materia prima de las entidades financieras). Y es que el anuncio incluye una oferta de financiación hipotecaria al 100%… naturalmente con la entidad financiera dueña de la inmobiliaria.