Bildu te roba la Navidad

A veces se puede tener la sensación de que la Navidad ya no es lo que era. Es como si faltara esa luz, ese ambiente que nos embargaba por estas fechas cuando éramos pequeños. Y entonces pensamos que seguramente es justo eso. Que ya no somos pequeños, que hemos madurado, que con la edad nos hemos echado a perder, que ya no nos ilusiona la Navidad y que por eso las calles no nos parecen tan iluminadas ni el ambiente tan inspirador.

Pero a lo mejor no.

A lo mejor es que realmente hay menos luces y el ambiente es objetivamente más mortecino.

UPN denuncia que la iluminaciónnavideña de Villava es “obsoleta, escasa y discriminatoria”. Losregionalistas destacan que varias calles comerciales y plazas carecende elementos decorativos municipales. Entre la escasa decoración, unarco luminoso sólo felicita la Navidad en euskera, incumpliendoencima el bilingüismo que establece la ordenanza.

UPN asegura que “ya ha recibido las primeras quejas, tanto de los vecinos, que son quienes tienen que sacar sus propias luces y adornos navideños a ventanas y balcones, para transmitir la alegría y magia a muchas de las calles que no cuentan con ningún tipo de iluminación por parte del ayuntamiento, como de los comerciantes y hosteleros, a los que hacen un flaco favor”.

Lo cierto es que no estamos seguros de que esto pase sólo ahora ni sólo en Villava.

Por un lado cabe preguntarse si hay más o menos iluminación navideña, con carácter general.

Por otra parte cabe preguntarse si esa iluminación, por ser más ecológica, más de bajo consumo o por cualquier otra razón, es mucho menos llamativa que antaño.

Finalmente, podríamos pensar si no tiene algo que ver también en esta falta de colaboración del paisaje urbano para vivir más intensamente la Navidad el hecho de que la decoración se haya ido volviendo anodina, evitando cualquier referencia al hecho histórico y religioso que se celebra, de modo que lo mismo serviría para el solsticio, el equinocio, San Fermín o el Día del Ozono.

En fin, tampoco descartemos completamente que un poco sí nos hayamos echado a perder.

Como elemento positivo, el hecho de que los vecinos de Villava, o donde quiera que se repita el escenario, decoren ellos mismos sus casas para expresar el espíritu navideño. Tenemos una imperdonable tendencia a ir dejando todas las cosas en manos del gobierno, hasta la Navidad, de modo que cuando llega un gobierno que deja de hacerlas ya nadie las hace, de modo que pasamos a depender totalmente del gobierno para que las cosas se hagan o no se hagan, dependiendo de quién gobierno, incluso ya casi el celebrar la Navidad.

Que tampoco quita para que el gobierno o el ayuntamiento de turno que dedica recursos a todo tipo de eventos no nos quite la decoración a los contribuyentes que nos gusta la Navidad.