Berrioplano: un nuevo ejemplo de imposición del vascuence

Nuevo varapalo a la imposición del vascuence por parte del Tribunal Administrativo de Navarra (TAN). El tribunal ha estimado parcialmente un recurso que consideraba excesiva y desmotivada la exigencia del vascuence para 9 plazas de la plantilla orgánica del Ayuntamiento de Berrioplano. En concreto, la sentencia (recurrible ante el TSJN) anula la exigencia del conocimiento del vascuence para 6 de las 9 plazas. La exigencia del vascuence se mantiene para las 3 plazas de oficial administrativo, pero se anula para las de secretario, interventor, aparejador, técnico de juventud y dos plazas de alguacil.

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Además de las 9 plazas en disputa, el recurso alegaba que en Berrioplano, municipio ubicado en la zona mixta, sólo el 15,5% de la población es bilingüe activa, mientras que en 12 de las 22 plazas de la plantilla del Ayuntamiento se exige el conocimiento del vascuence. En las otras 10, aunque no se exigía, se reconocía como mérito. Plazaola, una agrupación integrada por personas vinculadas a Podemos, Geroa Bai, I-E e independientes, se hizo en 2015 con la alcaldía gracias al apoyo de Bildu.

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Lo sucedido en Berrioplano añade dos motivos adicionales de alarma a lo alarmante de por sí de este nuevo caso de imposición del vascuence, privilegio de los vascoparlantes y discrminación de los castellanoparlantes.

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En primer lugar que el Ayuntamiento, en su defensa, alegó estar simplemente aplicando el nuevo y controvertido decreto foral para el uso del vascuence en la administración, aprobado el pasado mes de noviembre. Es decir, que de algún modo vienen a confirmarse todos los temores de que ese decreto, efectivamente, tenía como propósito dar amparo normativo a situaciones de discriminación lingüística de los castellanoparlantes.

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El segundo elemento de preocupación añadida es que, allá por el mes de enero, cuando se produjo la aprobación de la plantilla orgánica para 2018, se opusieron la Agrupación Ayuntamiento de Berrioplano y UPN, mientras que votaron a favor Plazaola, Bildu… y PSN. Es decir, que ya en enero e incluso antes del actual golpe de timón de los socialistas el PSN habría actuado como un vehículo de la imposición y no como un freno.

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