Beaumont reconoce que la Policía Foral no puede controlar El Sadar. ¿Y menos mal?

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La consejera Beaumont ha comparecido en el Parlamento para dar respuesta a una moción de Bildu solicitando que la Policía Foral se encargue de “las tareas de seguridad y vigilancia de todos los eventos deportivos” que se celebren en Navarra. La respuesta de la consejera a este respecto ha sido clara: “Con carácter general es mejor ser claros y decimos que no. Se tiene que entender que Policía Foral no va a poder asumir ir a todos los eventos deportivos”, incluidos “los partidos de fútbol de la liga profesional”. Según la consejera “no es por un tema económico, sino de personal”.

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Sin embargo, la moción de Bildu no era casual, sino que era consecuencia de una carga de la Policía Nacional contra seguidores del Alavés que tuvo lugar el 7 de noviembre. Según Bildu, “sin que mediase provocación alguna”.

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Al final, el cuatripartito aprobó una moción rechazando “cualquier acto de violencia en los espectáculos deportivos” y mostrando su “solidaridad con los aficionados del Alavés que resultaron lesionados como consecuencia de la carga policial”.

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¿Puede controlar El Sadar la Policía Foral con estos planteamientos?

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Pues parece dudoso, pero no por un problema económico ni de personal, como alegaba la consejera, sino casi podríamos decir que por un problema político-filosófico.

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Si el cuatripartito rechaza “cualquier acto de violencia en los espectáculos deportivos”, ¿cómo podría ordenar a la Policía Foral que realizara una carga? Y si no puede ordenar una carga sin tener que condenarse luego a sí mismo, porque el cuatripartito condena “todas” las violencias, ¿cómo puede controlar el Sadar?

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Todos recordamos los problemas de Bildu con unos okupas en pleno Paseo Sarasate. El resultado fue una carga de la que Asirón se lavó las manos responsabilizando al juez y quitar las porras a los policías municipales. ¿Acaso Bildu puede ordenar una carga contra los okupas o los Indar Gorri? ¿No es ése el problema de fondo y no ninguna falta de medios o de personal?

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El caso es que, pese a lo evidente de todo lo dicho, tampoco se puede descartar completamente que a la Policía Foral efectivamente le falte personal porque, gracias a la Ley de Policía que aprobó el cuatripartito, ya no se sabe cuándo a los policías forales les quedan horas extras para atender determinadas situaciones, como se evidenció a principios de noviembre, al encontrarse un cadáver en el Ebro a su paso por Castejón y tener que pedirse a la Guardia Civil que se hiciera cargo de la investigación, porque en Delitos Contra las Personas ya habían completado en noviembre su cupo de horas extras y no podían enviar personal.

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Sea como sea, para el cuatripartito es una bendición que si hay que cargar en situaciones de violencia en las que estén implicados miembros de los Indar Gorri, los okupas, los Ikasle Abertzaleak o los piquetes de LAB, se encargue mejor la Guardia Civil o la Policía Nacional. Y después de pasarles el marrón, por supuesto, se «rechaza» su actuación.

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Bendición también para el resto de la ciudadanía, que en caso contrario vería cómo los violentos de ideología afín al cuatripartito se hacían los amos de Navarra mediante la fuerza, con un gobierno en el dilema moral de autocondenarse o dejarles hacer a los violentos con total impunidad. Por no mencionar el dilema político de mandar cargar a porrazos contra su propia base electoral.

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