Barkos y los presupuestos del Ayuntamiento de Pamplona

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La portavoz de Nafarroa Bai en el Ayuntamiento de Pamplona, Uxue Barkos, aboga por establecer un «diálogo urgente» para que la capital navarra tenga Presupuestos para 2014, advirtiendo de que en caso contrario Pamplona sumaría el tercer año consecutivo con cuentas prorrogadas y «sin inversiones».

Uxue Barkos aseguró en rueda de prensa que quiere «ver que el gobierno municipal es capaz de sacar adelante por la vía del acuerdo, ojalá por el acuerdo unánime del pleno, unos Presupuestos que permitan llevar a cabo inversiones en la ciudad«, añadiendo que “La política está necesitada, especialmente en Pamplona, de diálogo«.

Prorrogar a un lado y otro de la muga

¿Y si no se prorrogan los presupuestos? ¿No es mejor un presupuesto prorrogado que un presupuesto consensuado y disparatado? Y si Uxue Barkos se muestra abierta a dialogar un presupuesto con UPN, ¿negociará un presupuesto como el de Bilbao o pretende dialogar y “combatir” por un presupuesto irreal y expansivo?

Porque allí donde el nacionalismo vasco gobierna, como ya saben los lectores de NC, aplica unas políticas muy distintas a las que predica en Navarra.

Por ejemplo, el pasado mes de noviembre, cuando se aprobaron los Presupuestos de Bilbao para este año, el sindicato LAB denunció que se trataba de los presupuestos «del recorte y la subcontratación», ya que «se van a gastar casi 140 millones de euros en subcontrataciones, más del 30% del presupuesto«. A juicio de LAB, la política municipal del PNV en Bilbao que “prioriza la subcontratación” lo único que garantiza es que “por un lado, algunas empresas obtendrán grandes beneficios a costa del dinero publico y, por otro, un peor servicio para las personas usuarias y peores condiciones para las personas empleadas”.

Pero bueno, ¿acaso será que el PNV, políticamente el líquido amniótico de Uxue Barkos, aplica en la CAV y Bilbao exactamente lo que critica en Navarra y Pamplona?

No sólo eso, sino que el Presupuesto de Bilbao ha pasado de 600 millones de euros en 2009 a 494 en 2012, que aún serán menos este año. Es decir, que el PNV ha recortado el Presupuesto de Bilbao un 20% al otro lado de la muga mientras aquí jalea a todos aquellos que cuelgan pancartas contra los recortes en los edificios públicos. A lo mejor los peneuvistas de este lado de la muga no han pasado a los del otro lado la fórmula secreta para mantener el gasto cuando se desploman los ingresos.

Eso o habrá que pensar que directamente mienten a los navarros.

Pero es que además Bilbao es una ciudad en la que las prórrogas presupuestarias son casi una tradición. El alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, se pasó cuatro años seguidos prorrogando los presupuestos, de 1999 a 2003. Ahora mismo Urkullu, por supuesto tijera en mano, también gestiona en la CAV unos presupuestos prorrogados. No es por tanto el PNV el más indicado para protestar contra unos presupuestos prorrogados. Claro que sería más fácil llegar a acuerdos para poder aprobar unos nuevos presupuestos si el PNV defendiera lo mismo a un lado de la muga y al otro.

El Servicio de Atención Domiciliaria de Pamplona

Uxue Barkos también mostró especial interés durante su rueda de prensa en que «esta semana a más tardar debe producirse una reunión entre el Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento de Pamplona para conocer cuándo se va a cobrar la subvención de 385.000 euros que el Ejecutivo foral debe aportar al Servicio de Atención Domiciliaria de Pamplona«, instando al ayuntamiento a mantener una «actitud dialogante y combativa«.

Llamativo una vez más, porque en la misma nota en la que LAB criticaba los recortes y la externalización de servicios en el Ayuntamiento de Bilbao, asimismo denunciaba el «gravísimo recorte» que, a su juicio, se iba a dar en el Servicio de Atención Domiciliaria, donde el presupuesto de Bilbao se reducía en casi un millón de euros.

Una vez más, a la vista de lo que sucede al otro lado de la muga, la formación de Uxue Barkos no parece la más indicada para convertirse en paladina y defensora de esta partida. Que no obstante el Ayuntamiento de Pamplona podría sufragar, si de él dependiera, simplemente con los beneficios de la zona naranja en Sanfermines a la que Uxue Barkos se oponía.

El caso es que si el PNV fuera coherente a muchos militantes de esta formación les resultaría sumamente grato dejar de defender un discurso estrafalariamente bolivariano, en el que en el fondo no creen, y a Pamplona le resultaría mucho más fácil tener unos nuevos presupuestos. Pero que si es para pactar unas cuentas expansivas y fuera de la realidad, mejor nos quedamos como estamos. Mejor remar sólo la mitad en la dirección adecuada que todos juntos hacia el precipicio.