Diario de Noticias ha publicado que Yolanda Barcina, con un 0,23% de la propiedad, figura entre los “clientes VIP” que adquirieron oficinas de Caja Navarra a través de una sociedad llamada Navarra Building, organizada y promovida por la propia Caja Navarra.
Si todo lo anterior lo publicara el Boletín Oficial del Registro Mercantil nadie sabría si es algo bueno o malo. Como lo publica el Diario de Noticias sus lectores han asumido que debe ser algo malo. Pero no está nada claro.
Navarra Building
A partir del año 2009, acuciada por la falta de liquidez, Caja Navarra decide llevar a cabo una operación que ya habían llevado a cabo con anterioridad muchas entidades financieras españolas, empezando por el Santander o el BBVA. La operación no supone ningún misterio, se hizo pública en su momento y en el ámbito económico es común y se conoce como “sale and lease back”. La idea es que, para conseguir unas decenas de millones de euros de liquidez, la Caja vende a una sociedad (Navarra Building) una serie de inmuebles, incluyendo su sede o diversas sucursales. Sin embargo, la Caja permanecía en esos inmuebles en calidad de arrendataria durante 15 años, pasados lo cuales conservaba además un derecho de recompra a precio de mercado. La propia Caja propuso a una serie de clientes la operación impulsando ella misma la creación de Navarra Building. La CAN obtenía así más de ochenta millones de efectivo, se quedaba como arrendataria en sus oficinas, y los inversores colocaban sus ahorros en inmuebles a un interés jugoso y con un arrendatario fiable. Uno de esos clientes era Yolanda Barcina, que participó en un 0,23% de la sociedad. Obviamente también existían riesgos para los inversores, como que los inmuebles que adquirían a la CAN se devaluaran con el tiempo. A fecha de hoy, de hecho, no está claro si Yolanda Barcina ha ganado o ha perdido dinero.
¿Dónde está la noticia?
Los hechos objetivos son que Barcina invirtió en una operación propuesta por la CAN a sus clientes junto con muchas otras personas e instituciones (ya circulan algunos nombres). En realidad, la información no es muy distinta a si Yolanda Barcina hubiera comprado, por ejemplo, acciones de Banca Cívica, o tuviera algunos ahorros en un fondo de inversión propietario de algunas acciones de Banca Cívica. No tiene por qué haber ninguna irregularidad ni ningún conflicto de intereses en ello. Por el contrario puede evidenciarse más bien una cierta coherencia de intereses, como la que se espera del responsable de una empresa que, para demostrar su confianza en la misma, compra acciones por aquello de demostrar que sus palabras y su cartera están en el mismo sitio. Aparte del mero hecho de que la información la publique el Noticias, es probable que muchos de sus lectores no entiendan a ciencia cierta dónde radica exactamente, si es el caso, el posible pecado de Barcina.
¿Quién tiene el otro 99,74%?
Como colofón cabe destacar que, en una operación que la CAN diseñó para dejar sus oficinas en manos de los propios clientes a través de Navarra Building, llama la atención que sólo haya saltado a la luz pública el nombre de Yolanda Barcina. ¿En manos de quién está el otro 99,74%?
Ni siempre con Barcina ni siempre contra Barcina
La principal responsabilidad de lo sucedido en Caja Navarra tiene dos vertientes. En la empresarial, Enrique Goñi; en la política Miguel Sanz. Cuando Barcina llega al Gobierno de Navarra la CAN ya se encuentra clínicamente muerta. Donde falló Barcina fue en no marcar distancias de inmediato con todo lo sucedido, reconocer errores, eliminar el sistema de dietas, exigir responsabilidades y dar el puñetazo en la mesa que no ha llegado con una comisión gestora hasta este mismo mes de enero. ¿Por qué no lo hizo antes? ¿Por falta de visión o porque temía algo? Si Barcina finalmente depura responsabilidades con la conversión de la CAN en fundación especial será lo primero, en caso contrario siempre quedará la sospecha de lo segundo. Por lo demás, para unos siempre Barcina será maravillosa haga lo que haga, o haga lo que haga será una plaga para otros. Entre ambas tesituras irracionales interesa mantener noticia a noticia la lógica y el juicio propio.
Noticia relacionada: 2007. El Santander vende todos sus edificios, en la mayor operación inmobiliaria empresarial http://elpais.com/diario/2007/06/13/economia/1181685601_850215.html
18 respuestas
Muchas gracias a NC por defender en este artículo a Barcina. Dos observaciones: 1) B. Santander y BBVA son sociedades privadas, mientras que CAN en 2009 todavía era Entidad Pública y sus gestores NO eran sus PROPIETARIOS, ni siquiera por delegación. Y 2 ) Al vender sus inmuebles, con el compromiso adquirido, ponían en grave riesgo el PATRIMONIO que estaban obligados a defender, como gestores públicos. Nada más y nada menos. Saludos
Buenos días,
No es lo mismo comercializar una venta de participaciones de una sociedad diciendo que entre los accionistas hay miembros de una guerrilla digital que diciendo que está un VIP. Por que un VIP al cuadrado es una muy muy buena garantía frente al descrédito de un guerrillero.
Igual que no es lo mismo el compromiso del cerdo y la gallina en la elaboración de unos huevos con jamón.
Siempre se sabe como empiezan las cosas, nunca como acaban.
Y, por favor, que nadie se de por aludido.
Vergüenza. La fruta madura acaba cayendo y a nuestros dirigentes les está llegando el Otoño.