Como ustedes recordarán, hace poco llamó nuestra atención un curioso anuncio aparecido en la prensa Navarra. Dicho anuncio ofertaba unos pisos “muy luminosos” en San Jorge con un 25% de descuento. Las otras dos características llamativas del anuncio eran que la oferta era llevada a cabo por una inmobiliaria propiedad de una importante entidad finaciera, y que dicha entidad financiera –para facilitar la compra- financiaba la adquisción de la vivienda.
Tras este anuncio se vislumbraba la forma en que se había desarrollado la crisis financiera paralela a la crisis del ladrillo. Los promotores, incapaces de pagar la mayor parte de sus deudas, las habían saldado entregando a los bancos sus pisos. Los grandes bancos, por tanto, se habían convertido en grandes inmobiliarias. Al recibir los pisos como contrapartida de los préstamos, habían evitado anotar como pérdidas todos esos impagos. Para recuperar el dinero, sin embargo, había que vender los pisos, y es entonces cuando empiezan a aparecer este tipo de anuncios.
Esta semana pasada han saltado a la prensa dos grandes ofertas de pisos. Primero la noticia de que Caja Madrid subastará 100 inmuebles con descuentos de hasta el 30%, parte ellos localizados en Navarra. Por otro lado, la de que Banesto ha puesto a la venta nada menos que 1.200 viviendas con rebajas de hasta el 40%. Se trata, no obstante, de sólo la cuarta parte de su cartera inmobiliaria.
Todo lo cual nos lleva a las declaraciones del director general adjunto de La Caixa, Juan Antonio Alcaraz, pronosticando que el sector financiero tendrá que colocar en el mercado su acumulación de activos inmobiliarios con descuentos en torno al 30%: “"Hay una demanda real que está dispuesta a comprar a un determinado precio, pero esto supone un descuento de un 30%”.
Alcaraz cifra el total de créditos concedidos por cajas y bancos al sector promotor en 320.000 millones de euros, por lo que sitúa las posibles pérdidas del sector financiero en unos 90.000 millones de euros (el 30%).
Hasta ahora el sector financiero español, como adviertió Moody´s, se ha librado de aflorar las pérdidas derivadas del crash inmobiliario equilibrando los préstamos impagados con los pisos que se ha quedado. El problema se produce cuando el valor de mercado del piso es un 30% inferior al crédito impagado. Entonces se genera un desequilibrio no aflorado entre el valor del activo y el del pasivo. Es decir, un problema de solvencia. Y a quien es insolvente no se le presta dinero. Por eso ha habido que realizar inyecciones masivas de liquidez para que pudieran capitalizarse las entidades financieras y así restablecer el flujo del crédito. Podríamos decir aquí que colorín colorado, pero quedan 90.000 millones en pérdidas debajo de la alfombra. Sobre la alfombra roja las entidades financieras españolas anuncian beneficios de miles de millones de euros.
