¡Asirón ejecución!

Hace justo un año que Diario de Noticias publicaba los siguientes textos, describiendo la concentración de personas que pedía respeto frente a la exposición de Abel Azcona y su uso sacrílego de formas consagradas.

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Aquellas noticias sirvieron incluso para que el Ayuntamiento emitiera un comunicado conjunto de condena contra esos gritos, de los que aún a fecha de hoy no existe constancia documental alguna. De todas las personas y todos los medios presentes, nadie grabó aquellos gritos. No existe registro alguno al respecto. El concejal de seguridad de Bildu, Aritz Romeo, apeló a unas grabaciones de seguridad que jamás aparecieron. Las posibilidades de que el supuesto grito no quedara registrado, sin embargo, son semejantes a las de que un OVNI se hubiera posado en la plaza sin que nadie pudiera grabarlo. En este caso, más que de un OVNI, hablaríamos de un HASNOR (Hipotética Amenaza Sonora No Registrada), pero que sirvió para que, todas las personas que habían sido ofendidas, además fueran estigmatizadas como ultras.

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Durante las primeras horas llegó a circular un vídeo con una supuesta grabación, que después se tuvo que reconocer que no contenía la frase, por lo que en todo caso lo que quedó en evidencia es que hubo gente que equivocadamente creyó oír el grito sin que ese grito fuera lo que realmente se decía. La grabación, por consiguiente, sirvió para desvirtuar la acusación y para demostrar que a veces la gente cree escuchar cosas que no se dicen. Ningún otro vídeo apareció. Ninguna prueba objetiva pese a la presencia de medios, cámaras, policías, paseantes, vecinos y curiosos de todo pelaje pertrechados con móviles.

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El episodio queda por tanto en el mismo baúl que aquel otro en el que el director del Diario de Noticias aseguraba mediante un tuit que en el Segundo Ensanche le habían ofrecido dinero por ir a la manifestación contra Asirón que tuvo lugar tras las elecciones. Eso no sería un OVNI ni un HASNOR, sino un OHFMI (Oferta Hipotética como Figurante en Manifa Insidiosa).

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Conste que en nuestra opinión los gritos serían absolutamente condenables, de haber existido.