Asirón, 100 días sin aprobar

Como quien no quiere la cosa, Asirón ha cumplido 100 días como alcalde de Pamplona. Naturalmente el balance del alcalde según el alcalde es absolutamente extraordinario y maravilloso. La autocrítica no es una característica habitual en el cuatripartito. No puede serlo. A ver cómo satanizas al contrario sin elevarte a ti mismo a un nivel por encima de su humanidad. El que quiere tirar la primera piedra al vecino no puede reconocerse pecador. En un momento tan polarizado como el que vivimos no se pueden reconocer ni defectos en el propio campo ni virtudes en el rival, lo que no está claro es si eso es resultado o causa de la polarización. Ibarrola y Maya lo hacían todo mal y Asirón lo hace todo bien, es lo que hay y así lo certifica además el equipo olímpico foral de opinión sincronizada gubernamental.

Lo cierto es que el mandato de Asirón no ha empezado con buen pie. Nada más llegar a los medios afines se les ocurrió presumir de Asirón había acabado con el problema de los sin techo en Pamplona. Era la prueba de que acabar con un problema como este era sólo un asunto de voluntad, de que este tipo de problemas existen porque la derecha no tiene sensibilidad social, de que para acabar con este tipo de problemas basta con que la izquierda llegue al poder. La realidad fue que nada más anunciar a bombo y platillo la solución del problema se le moría de frío a Asirón un sin techo en la calle. Entonces no sólo es que se evidenciara que el problema no se había resuelto y que las alabanzas de los medios afines eran fresas marroquíes, sino que el asunto de los sin techo pasó a ser un asunto muy complejo, multidisciplinar y en realidad imposible de solucionar jamás por completo. Pero era un asunto que se podía arreglar en 5 minutos con los actuales responsables en la oposición.

Seguramente también por la mala suerte a Asirón se le ha muerto una persona vulnerable en un piso tutelado, y nadie en el Ayuntamiento se dio cuenta hasta que los vecinos dieron aviso por el hedor y las larvas que empezaron a aparecer en el inmueble, y que de hecho parece que siguen campando desde el suceso por el inmueble. La verdad es que los 100 primeros días de Asirón, con dos muertos en el balance, no parecen dignos de mucho orgullo para quienes ponían el grito en el cielo por un farolillo encontrado en San Cristóbal. Que por cierto ya no han aparecido más farolillos. Será que efectivamente eran biodegradables o que ya no mandan a nadie a buscarlos. O a colocarlos para la foto, como se maliciaban algunos desconfiados.

No se puede decir sin embargo que Asirón no se haya tomado en serio el problema de los sin techo tras el fallecimiento en la calle por hipotermia de uno de ellos. Para solucionar el ahora complejo asunto ha decidido por un lado restringir los vales de los albergues y por otro ofrecer un billete a los pobres para que larguen a otro sitio. Quizá sea posible imaginar una pinza todavía más progresista, pero no será fácil.

Otro capítulo reseñable de los 100 primeros días del mandato de Asirón es el comienzo de la tala de 400 árboles en la Cuesta de Beloso, más que nada porque Asirón iba a hacerse fotos a la Plaza de la Cruz en las concentraciones contra el parking y la tala de los árboles de la plaza. Al parecer el problema con la Plaza de la Cruz era que se talaban pocos árboles, sólo 45, por eso talar 400 en Beloso sí es aceptable, porque es una cifra ya respetable. De 45 en 45 no acabamos nunca en Pamplona con tantos árboles.

Cómo de malo será tener a Asirón en la alcaldía, que el PNV lo está usando como ejemplo para movilizar el voto contra Bildu en la CAV. Porque resulta que para el PNV es terrible que Bildu puede llegar al poder en las instituciones de la CAV, aunque después resulta que aúpa a Bildu en Navarra para que tenga el poder. No se puede permitir que Bildu conduzca al desastre a la CAV, pero no pasa nada si conduce al desastre a Pamplona o Navarra. De hecho puede que mejor. Es bueno que Navarra siempre esté por debajo de la CAV. A fin de cuentas uno no suele ilusionarse demasiado con ser anexionado por otro que está por debajo.

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El balance de Asirón en sus 100 primeros días es por tanto particularmente malo y sólo acabamos de empezar. ¿Hablamos de seguridad ciudadana? Mejor no, porque podemos acabar hablando del control de la inmigración. ¿Pero cómo va la seguridad? De todos modos se puede decir al menos una cosa a favor de Asirón y es que hoy el Ayuntamiento de Pamplona recibe al Angel de Aralar. Esto de no tratar a los creyentes como apestados y abrirles la puerta de una institución como al resto de los ciudadanos ya es más de lo que hacen el Parlamento de Navarra o el gobierno foral. Pero tampoco es que Asirón esté haciendo nada extraordinariamente meritorio sino que cómo andarán los demás.

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