A la derecha del balcón del Ayuntamiento, un grupo de más de un centenar de personas increpa a los representantes democráticos de la ciudadanía de Barañáin. Como puede observarse, se trata de un grupo perfectamente organizado. Todos sus miembros llevan pañuelos verdes anudados al cuello y portan idénticas pancartas en el mismo tono verde. Ante el cariz de los acontecimientos, el público abandona el espacio frente al balcón principal del Ayuntamiento, que queda prácticamente vacío.
Tras lanzarse el cohete, aparece desde la izquierda otro piquete que también rodeaba el Ayuntamiento por ese lado. Realizada la tenaza, ambos grupos irrumpen en la zona vallada, confluyen y ocupan completamente el espacio frente a la puerta del Ayuntamiento.
El grupo comienza a golpear las cristaleras y arrojar huevos contra las ventanas, mientras corea consignas como el “que se vayan” o “Mendive, entzun, pim, pam, pum”. A la vista de las imágenes, cabe preguntarse quién coordina a estos grupos. Quién compra los pañuelos, imprime las pancartas y luego paga todo.
Este es el ambiente que se respira en Barañáin ahora mismo. Este es el ambiente en el que hace unos días un polícía foral tuvo que exhibir su arma para evitar ser linchado. Poco antes de que sucediera todo esto frente al Ayuntamiento, otro grupo atacó a los operarios que estaban preparando los fuegos artificiales. Uno de ello incluso resultó herido y necesitó atención hospitalaria. Las calles de Barañáin parecen estar bajo el control de este pequeño ejército.
En este contexto tienen que trabajar el alcalde y los concejales de UPN y PSN. Ambas formaciones suman el 60% de los votos de Barañáin (40,07% UPN, formación más votada, y19,68% PSN). Juntas suman 14 concejales frente a los 6 de Nabai y el único representante de Izquierda Unida. Ayer, los representantes de UPN y PSN aguantaban en el Ayuntamiento el acoso y la intimidación de este grupo de saboteadores. Los representantes de la segunda fuerza de Navarra e IU decidieron que su sitio no estaba en el interior del edificio.