Arozteguia es un proyecto que comienza su andadura en el año 2008 y pretende levantar en valle de Baztán, junto a Lecároz, un hotel de cuatro estrellas con spa y restaurante de lujo a partir del Palacio de Cabo de Armería de Arozteguia, actualmente semiruinoso. Además del hotel, el restaurante y el spa, el proyecto prevé un campo de golf y una urbanización de 226 viviendas. Se trata de lanzar una oferta turística de calidad en un entorno paradisíaco cercano a Pamplona y también a las localidades y playas de San Sebastián o Hendaya. El turismo relacionado con el golf es un segmento, por otro lado, no sólo creciente sino altamente rentable. Además de la inversión multimillonaria que supone el proyecto, o la revitalización que supondría del comercio y los servicios de la zona, se prevé la creación de cerca de 100 puestos de trabajo.
Pues bien, como siempre sucede en estos casos la izquierda abertzale se opone al proyecto y lleva haciendo todo lo posible para torpedearlo desde 2010, cuando UPN y Nabai (entonces con mayoría en el consistorio de Baztán) decidieron dar luz verde e impulsar el desarrollo. Bildu consigue hacerse con el control del consistorio a partir de 2011, cuando la izquierda abertzale vuelve a la legalidad, sucediéndose Garbiñe Elizegui y Joseba Otondo al frente de la alcaldía. La lucha contra el proyecto Arozteguia se dirige desde entonces desde la misma alcaldía.
De este modo, el proyecto ha pasado por múltiples parones, silencios y procesos judiciales cuyo último capítulo es la presentación y aceptación a trámite de una querella por parte de la sociedad Palacio de Arotzteguia SL, acusando de prevaricación a los citados alcaldes de Bildu Garbiñe Elizegui y Joseba Otondo.
Garbiñe Elizegui, antes de ser alcaldesa, había sido la presidenta de la plataforma antiproyecto Aroztegia ta gero zer? Pues bien, la querella denuncia que en cuanto Elizegui fue nombrada alcaldesa contrató como abogados del Ayuntamiento a los letrados de esa plataforma, la cual había interpuesto dos recursos contra el Ayuntamiento, de modo que los letrados que habían recurrido contra el ayuntamiento de repente se convirtieron en los encargados por el Ayuntamiento de estudiar esos recursos y allanarse ante ellos.
A Joseba Otondo, se le acusa de ocultar al pleno del Ayuntamiento del valle de Baztán la resolución que el Gobierno de Navarra había remitido ofreciendo la posibilidad de comparecer como codemandado ante la Sala de lo Contencioso Administrativo en un recurso contencioso administrativo interpuesto por la Fundación Sustrai Erakuntza contra un Acuerdo del Gobierno de Navarra relativo al proyecto palacio de Arozteguia. Ocultando este hecho, Otondo habría impedido que el pleno pudiera comparecer para defender la legalidad del proyecto.
Aunque la oposición de Bildu al proyecto, al menos formalmente, se basa más en la construcción de la urbanización que en la del hotel, el campo de golf y el spa, lo cierto es que Arozteguia no es sino un ejemplo más de lo difícil que resulta poner en marcha cualquier proyecto empresarial allí donde gobierna la izquierda abertzale.
Arozteguia, como cualquier otro proyecto, es una cosa oscura y sospechosa porque proviene de una “empresa privada”, e implica una inversión de “dinero”, la cual podría generar a alguien un “lucro”, palabras todas ellas malditas en el vocabulario de la izquierda radical. La visión de algunas fuerzas políticas es que la mejor manera de promover el empleo, el desarrollo económico y la recaudación fiscal de una zona es conseguir que se vayan todas las empresas existentes o que no venga ninguna de fuera. Es preferible evitar que se genere inversión y trabajo para, entre otros, los obreros hace tiempo parados del alicaído sector de la construcción, a que unos empresarios puedan tener un beneficio. A nadie le puede extrañar que donde gobierna la izquierda abertzale sea muy difícil poner en marcha un empresa o hacer una inversión, de lo cual además la izquierda abertzale seguramente se siente sumamente orgullosa.
4 respuestas
Estas mañas son históricas en el abertzalismo bertzota de estos zotes que odian el progreso. Ya con el loco Sabino Arana odiaban el liberalismo, las mujeres (sin el pelo kortao a bokao de burro) y el baile agarrado.
Cualquier mejora económica de la zona, o emigración de nuevos ciudadanos, da al traste con la consanguinidad mental y política que necesita el nacionalismo para medrar como la hiedra, ahogando todo allá donde arraiga.
Miedo al progreso, a lo nuevo, a lo que no conocen ni pueden controlar.
La izquierda en general, y la abertzale en particular, sobrevive y medra cuando las cosas van mal, surge el descontento y decae el bien común, porque navegan muy bien entre protestas y algaradas. Por eso buscan, promueven y fomentan el descontento y el que las cosas vayan mal. Cáncer corrosivo.
Esta actuación requiere exigir las identidades de los que han participado. Supongo que fiscalía hará su labor…
El proyecto de Aroztegia es controvertido, y no solo con la gente de Bildu. Desde un punto de vista empresarial, se trata de un desarrollo urbanistico residencial, con servicios de golf, hotel, spa, etc. adosados. Estos «servicios adosados» son un coste necesario para poner en valor la parte de promocion residencial. La cuestion es: cuantas unidades residenciales son razonables hacer? 228, sinceramente me parecen demasiadas. Como beneficio, se dice que atraera a gente de posicion economica alta. Eso me parece perfecto, sobre todo si vienen no solo en Agosto, y si en el valle se construyen infraestructuras para acomodarlas (parking, restauracion, etc.). Una cosa deberia traer la otra. Otro benefico son los trabajos que aporta al valle. En esto estoy menos de acuerdo, porque en la practica no seran muchos, ni su construccion, ni mas tarde, sobre todo si atrae turismo estacional. Y como atenuante, se menciona que el desarrollo se hara en 4 fases consecutivas, lo cual no me consuela, porque la intencion y el incentivo sera en ejecutarlas todas. De acuerdo con el proyecto de Aroztegia, pero con un poco mas de moderacion.