El pasado martes, coincidiendo con el aniversario de las elecciones forales del año pasado y la derrota electoral de UPN, Uxue Barcos declaraba que «Navarra ha emprendido una senda con paso firme, lejos del escenario apocalíptico que muchos auguraban». Señalada por Barcos la senda del discurso, no puede resultar extraño que el balance anual del Noticias publicado este domingo se titulara: “El apocalipsis tendrá que esperar”.
El titular, no obstante, viene a despejar la duda de si el Noticias marca lo que dice Barcos o Barcos marca lo que dice el Noticias. Cronológicamente queda claro que es Barcos quien le marca el discurso al Noticias, quien ni siquiera intenta disimilar demasiado su seguidismo utilizando alguna palabra que no se refiriera al apocalipsis.
El balance, por cierto, acaso no por casualidad lo firma una vez más Ibai Fernández; ya saben, marido de la encargada de comunicaciones de Barcos, Nerea Martínez.
Aclarado el orden de los sumandos, por si pudiera afectar al resultado en algo, no cabe sino insistir en la pobre imagen escogida para el balance. ¿Decir que no ha habido un apocalipsis es lo mejor que se puede decir del gobierno del cambio?
De hecho, algunos indicadores importantes como el paro o las listas de espera, han empeorado algo desde la llegada del nuevo gobierno. Si Navarra estaba en una situación extrema antes de la llegada del nuevo gobierno, ¿cómo está ahora si encima hemos empeorado un poco? ¿O es que después de empeorar un poco las cosas ahora que gobierna Barcos están estupendas? Algo no encaja en este discurso.
Que no hemos mejorado lo reconoce la propia Barcos, y por extensión el Noticias, puesto que su mensaje no es que hemos mejorado sino que al menos no ha habido un apocalipsis, lo cual suena incluso peor que haber dicho que hemos empeorado un poco, lo que encima nos lleva al siguiente punto.
En el análisis de Ibai Fernández se presentan como un logro cuestiones un tanto delirantes, como que la Ertzaintza no haya sustituido a la Policía Foral o que Navarra no se haya convertido en una diputación de la CAV. Sin embargo, ¿es realmente eso un logro para sus votantes? Pero si sus votantes quieren eso. ¿A quién tienen que votar ahora los que quieran eso si Barcos presume de no haber avanzado en esa dirección? ¿Ha hecho Barcos un balance pensando en UPN en vez de en sus propios votantes?
Por ya explicados en otro análisis, tan sólo citar que en cualquier balance habría que añadir la OPE de Educación invirtiendo la realidad social de Navarra, la paralización del PAI, las escuelas infantiles municipales de Pamplona, el apoyo a la exposición blasfema, los contratos parentales digitales, las subidas de impuestos, las amenazas con querellas-moradaza o la memoria histórica selectiva. Ni los funcionarios han cobrado la extra, como les prometió el tetrapartito cuando estaba en la oposición. Algún día la pagarán, cuando haya dinero; claro, como hubiera hecho UPN. A todo ello habría que sumar además el caos con los bomberos. El delirio en este asunto, para tapar la verdad, ha llegado al punto de que se nos pretende vender la especie de que los jefes de bomberos han dimitido por sus discrepancias con el gobierno…¡anterior! Por lo visto las discrepancias con el gobierno anterior sólo se han hecho insostenibles tras un año bajo el gobierno posterior que los nombró.
En definitiva, el balance del primer año no es bueno. Y el balance del primer balance del gobierno tampoco es bueno, salvo que entendamos por bueno que no haya habido un apocalipsis, que Navarra no sea ya una diputación de la CAV o que no haya caído un meteorito.
A ver si el balance del segundo año, y el balance del segundo balance, resultan un poco mejor.
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2 respuestas
No se si será el Apocalipsis, pero señales ya estamos viendo.
Y como minino es el Infierno. Un Infierno Fiscal, un Infierno para los que quieren trabajar y no son familia o pasan por la cama de alguno del cutrepartito, un Infierno para el que quiera hablar otro idioma que no sea el euskarabatúa que no quieven ver ni en pintura nuestros Forales (ni ellos ni nadie en su sano juicio), y un Infierno La Ribera, cuando apriete el calor en verano y el agua del Canal de Navarra ni está ni se la espera.
Por lo menos y gracias a la Justicia, nos han quitado de encima los canales de la euskerización forzosa; si el PNV quiere lobotomizarnos, por lo menos que lo pague de su bolsillo.
El apocalipsis es lo que los navarrísimos antinavarros desearían que llegase con tal de volver ellos al poder.
Pero os tendréis que fastidiar un poquito, porque por mucho que mintáis con los datos de la sanidad, por mucho que dibujéis ese «infierno fiscal» inexistente, por mucho que invitéis a los empresarios a no invertir en Navarra,… ese apocalipsis soñado no llega.