ANV ya intentó alterar la normalidad de las fiestas colocando una ikurriña en el ayuntamiento durante el Chupinazo. Fracaso. La policía municipal impidió el intento de imponer a todos los navarros la bandera de otra comunidad, y a ANV sólo le quedó la baza de seguir el manual y denunciar la supuesta brutalidad policial. Ni siquiera los nacionalistas, todavía en modo pacto, les siguieron la corriente. La última oportunidad de rentabilizar políticamente los Sanfermines se saldó ayer con un nuevo fracaso, al no acudir ni 200 personas a la manifestación que habían convocado. No han conseguido alterar la Fiesta y han demostrado lo pequeños que son cuando nadie se presta a hacerles de lupa.