Como postulado previo, casi podría partirse de la base de que cualquier medida que se tome en España respecto al mercado laboral no puede empeorar la situación actual, por lo que la peor política posible consiste en mantener el statu quo. Lo singular, sin embargo, es que quien haya promovido el debate este fin de semana en términos tan contundentes haya sido Antonio Catalán, presidente de AC Hoteles y amigo común de Miguel Sanz y Zapatero.
Antonio Catalán y el debate sobre el despido libre.
Catalán utilizó su comparecencia en el I Foro VD Viajes para preguntarse si “¿alguien piensa que con un despido gratuito este país no generaría más empleo?”. El empresario corellano afirmaba que “yo estoy convencido de que sí”, poniendo como ejemplo el caso de los EEUU cuyo mercado laboral “tiene mucha mas flexibilidad que nosotros”. Antonio Catalán tuvo al respecto duras palabras para los sindicatos, a quienes calificó como “panda de paniaguados permanentes” con el único interés de defenderse a “ellos mismos”. Catalán acusó además al gobierno de haber malgastado el dinero del Plan E en “cosas absurdas”.
A favor de Catalán resulta preciso añadir que, efectivamente, la actual tasa de paro en los EEUU es del 9,9%. No sólo es menor el paro, sino que además son mayores los salarios. Se confirma de este modo que no hay una relación entre mayor facilidad para despedir y más paro. Ni entre flexibilidad y menor salario. Esta misma confirmación se encuentra en muchos otros países desarrollados. De hecho más bien suele verificarse el caso contrario, el de que las barreras de salida actúan también como barreras de entrada a la hora de contratar empleados.
En términos similares a los de Antonio Catalán se han manifestado recientemente otros empresarios como Adolfo Domínguez, quien solicitó a principios de año un “despido libre, sin trabas administrativas ni judiciales”, asegurando que «todas las medidas que se tomen para hacer más fácil el trabajo del emprendedor se reflejarán en una menor tasa de paro». Domínguez mostró su incredulidad hacia la sostenibilidad de “un sistema que permite que alguien se coja un año por depresión, la mayoría de las veces fraudulenta, se reincorpore y tenga 30 días de vacaciones», añadiendo que el modelo actual genera “un montón de pícaros» y que «sólo podemos solucionar esta crisis trabajando más». El empresario gallego puso en duda la viabilidad de un estado del bienestar basado en la deuda y las ayudas, concluyendo que «no creo en derechos que no podamos pagar”. Una frase avalada por los acontecimientos en los últimos tiempos.
Contrato único con 12 días de despido.
David Taguas, presidente de Seopan y director de la Oficina Económica de Zapatero hasta hace un par de años, propuso en febrero una reforma del mercado laboral basada en tres puntos:
Reducción de un 3% en las cotizaciones sociales que pagan las empresas, para rebajar los costes de producción e incentivar la demanda de trabajo.
Contrato único con un coste de despido progresivo y proporcionado a la antigüedad, empezando por 12 días por año y aumentando 1 día por trimestre de antigüedad hasta un límite de 24 días por año trabajado. De esta forma se rompería la dualidad abismal que ahora mismo existe en el mercado laboral, donde unos trabajadores son temporales y cobran 8 días mientras que otros son fijos y cobran 33 ó 45 días. Esta dualidad, a juicio de Taguas, es la razón de que los empresarios encadenen la contratación de trabajadores temporales para evitar el elevado coste de los fijos.
El tercer punto consistiría en una reforma de la negociación colectiva para que los salarios se puedan negociar de una forma realista para cada empresa en vez de para todo el sector, de forma que cada salario se corresponda a la productividad de cada empresa.
Conclusión.
La crítica situación actual, en pleno desplome de los ingresos fiscales y acercándonos a los 5 millones de parados, en todo caso exige debate, reformas y valentía. Si la fórmula para luchar contra el paro consistiera en dificultar el despido, entonces acabar con el paro sería tan sencillo y tan fuera de la realidad como prohibir los despidos. Todas las barreras que se coloquen en la puerta de una empresa dificultan en igual medida tanto la entrada como la salida. Da la impresión de que existe un temor reverencial a que flexibilizando el mercado de trabajo en España se genere más empleo, porque ello daría al traste con todo un vetusto modelo ideológico por la vía de los hechos.
3 respuestas
Como si alguna vez le hubiera importado al segundo señor de Corella esto del despido. Claro lo de que sea libre o no le importa, ahora lo de despedir… Que alguien repase el listado de directores de sus dos hoteles de Pamplona en los últimos años… han pasado más nombres por ahí que por la guía de teléfonos. Aunque imagino que habrán sido «pagando», claro. Si llega a ser gratis pasa la guía de teléfonos de Nueva York.
Ya, bueno, consideraciones personales aparte, respeto a don AC, a quien no tengo el gusto… me parece obvio que tiene razon.
Tenemos que repensar todo el sistema de relaciones laborales, no solo cambiar un contratito por otro: eso es una memez que no se creen mas que los «agentes sociales»,.. porque por guión, no pueden creerlo.
No es sin más dar un nombre distinto al despido libre (que ya existe, por cierto, solo que es muy oneroso, en los contratos largos, y que solo sufren los contratados jóvenes). Caben alternativas, como en todo, pero implican romper ciertos tabús.
Para empezar, el de que el empleador que despide «causa un daño» que haya que «indemnizar», salvo cuando quiere producir daño al despedir… que es lo que se podría dejar a los jueces.
Oigan: necesitamos gente con redaños para arriesgarse a invertir y crear empleo… ¿y empezamos pidiéndoles indemnizaciones y amenazándoles con demandas, litigio, nulidades, salarios de tramitación, costas, impuestos, cotizaciones, pago de IT de «deprimidos», horas sindicales?
Lo llevamos claro, claro.
Estamos sobre-indemnizando el despido a costa de ese empresario que queremos que nos libre del paro. Tiene que indemnizar al trabajador al que ha dado empelo y pagado todos los meses durante cinco, diez, quince años, y por quien, además, ha cotizado el paro: el trabajador puede recibir la renta de 42 mensualidades, y además 24 pagos más… una pasta… que pagamos todos, como se puede suponer.
¿Se extrañan de que no se creen empresas?¿ de que no se contraten trabajadores?
Lo lógico sería cambiar el criterio del «derecho a la indemnización» por el SEGURO, relacionado no solo con la RENTA, sino con la Preparación, las responsabilidades familiares, y la situación laboral en la zona o segmento, la edad e inciativa del trabajador, etc…
Aquí la gente es, que sé yo,… especialista (peon) de industria química, con 23 años, y quiere morirse dedicándose a lo mismo, pero eso sí, que «le indemnicen» si desarrolla una enfermedad profesional que le impide dedicarse EXACTAMENTE A LA MISMA TAREA. La superación, la formación continua, el esfuerzo y la seriedad, lo dicen nuestros tribunales, no son exigibles. Supondria «violentar» al trabajador… que es un gandul.
Espero que vayamos entendiendo que «eso» se ha acabado. Es un hecho, no una hipótesis. Como la crisis: ya no podemos cerrar los ojos a ella, verdad? Pues en esto, tampoco. No podemos «competir» en una carrera donde los yankis, alemanes, los franceses, mexico, brasil, india, china… currando 12 horas diarias 7 a la semana, sus estudiantes dan el 100%, como si el tema no fuera con nosotros.
¿Estan a 8000 km? Ya no. La globalización no es que Ud. viaje más barato o más a menudo… Los precios de estos bienes y servicios bajan porque hay más mercado, y porque Ud y yo compramos productos producidos a bajísimo coste fuera, y lo dejamos de producir nosotros. No podemos competir en eso, tenemos que formarnos excelentemente, y poner en juego toda nuestra capacidad de innovar, toda nuestra creatividad, toda la excelencia en el trabajo,en la gestión, en la planificación, en la exigencia.
Si no nos exigimos, no vamos a extraer nada positivo de la crisis.
Sindicatos.-
Los sindicatos tienen que vigilar las situaciones de abuso de poder del empresario. Para existen y a eso se deben.
Pero para que funcione,los españoles tenemos que participar responsablemente, tener iniciativa. Y tenemos que respetar al representate de los trabajadores, en lugar de tildarlo de «vendido». Y tenemos que elegir al más serio, al más exigente con sus compañeros, no al «jeta» «listo» que da mejores contestaciones al jefe o al encargado… tenemos lo que admiramos, y admiramos al caradura que vive trabajando lo menos posible.
Los trabajadores han de exigir a sus compañeros: han de ser sus primeros y mejores controladores. Lo que no trabaje el vago de al lado, va a repercutir en tu trabajo y tu empresa… y el resultado será un fracaso. No en un mes ni en dos, pero la empresa no despegará.
Empresas.- Las empresas se tienen que gestionar profesionalmente y con autoexigencia. Hay 10 veces más quiebras que el numero de empresas concursadas. Son «empresas zombi» que están absolutamente descapitalizadas, en situación de verdadera quiebra de hecho, y qu eno sucumben porque la propiedasd deja de pagar a proveedores, a trabajadores, a todos, antes que al banco. Eso nos habla de la ligereza de los socios, de los adminitradores, de los gestores.
Los empresarios tienen que llevar una contabilidad real (no la que llevan, para «no pagar a hacienda»), y dotarse de reservas para los malos tiempos, hacer aportaciones frecuentemente, hacer planes de gestión previsores, invertir en innovación, en una buena gestión de los recursos humanos, para, formar, fidelizar y honrar a los trabajadores, para aprender a exportar, a mejorar continuamente… Eso es muy difícil, pero muchos empresarios se engañan a si mismos, y cobran más de lo que realmente pueden, para el valor añadido que prestan y los costes que soportan.
Hacienda tiene que quitar sus dedazos de encima, y dejar de pretender llevarse el 32% de los beneficios de una empresa, año tras año.. como si fuera un «protector».
Es obvio que se ha creado empleo en base a burbujas y terrenos subsidiados, pero también que se ha crecido artificialmente, con el amparo de unas condiciones de financiación excepcionalmente laxas, que no se repetirán en muchos años.
Se ha ganado dinero fácil, pero no se ha invertido ni sentado las bases de futuro. Eso es por varios motivos. El primero es que es muy dificil hacerlo y tener éxito. El segundo es que el «dinero rápido» ha desincentivado el trabajo y el esfuerzo de todos. Tenemos que asumir el fracaso como normal y aprovechar el momento para aprender y cambiar.
Pero porqué tenemos que seguir trabajando los de siempre, pagando más impuestos que el resto, esquivando multas por doquier, intentando mejorar pese a la competencia desleal de terceros que nada pierden…mientras vemos como un sector más que notable de la sociedad sigue parasitándonos???
Hace poco recibí un correo cojonudo que lo decía bien claro; en España para vivir bien no des palo al agua. Te sale todo de balde, y tienes todas las ventajas y derechos.
Pero si curras…ahí la jodiste mocé.
Quieren crear empleo de calidad?
Que comiencen por eliminar todo el que nos hace competencia desleal, todo aquel que no paga los mismos impuestos que nosotros, o a las empresas que se rigen por los convenios de su país pudiendo abaratar los costes a un nivel que un Español no puede, y sobre todo eliminar toda competencia ilegal de cuajo…todos aquellos que trabajan en B, sin SS, por la cara y sin coste alguno.
Y de estos hay en todos los sectores y desde todos los estatos sociales se les contrata.
Para nosotros siempre queremos lo mejor, todos los derechos y todas las comodidades…pero al salir del tajo vamos a comprar a un bazar donde todo lo que venden es fabricado fuera de nuestro país.
Con dos cojones.
Por cierto; en San Jorje vi el otro día una tienda de ultramarinos donde la comida se encontraba expuesta por el suelo y sin vitrinas de protección.
Dudo mucho que si el comercio fuese de un Español, sanidad le permitiría mantener un negocio en esas condiciones.