El día de la Hispanidad se celebra el día 12 de octubre conmemorando la fecha en que Cristóbal Colón descubrió América en el año 1.492. Durante mucho tiempo ha proliferado la imagen de los indígenas prehispánicos como “ovejas mansas” sin “maldades ni dobleces”, frente a los descubridores españoles “lobos y tigres y leones crudelísimos de muchos días hambrientos”. Sin pretender invertir los términos, palabras como éstas constituyeron lo que durante siglos se conocería como la “Leyenda Negra” de los españoles, alimentada durante generaciones por las potencias coloniales protestantes contra las que España guerreaba. Paradójicamente, a diferencia de las tierras descubiertas por España, las colonias de las potencias protestantes de la época (EEUU, Australia, etc) sí se caracterizaron por la casi completa desaparición de la población indígena.
La Leyenda Negra y los nacionalismos.
En tiempos más recientes, haciendo bueno el dicho de que no hay nadie más antiespañol que los propios españoles, al margen del indigenismo la Leyenda Negra ha reverdecido en el nacionalismo separatista e incluso amplios círculos de la izquierda española. En qué consiste esta leyenda no es noticia, pero sí puede serlo una pequeña revisión de la auténtica realidad de la América precolombina.
Ni los lobos tan lobos, ni las ovejas tan ovejas.
Poco después de la conquista, los españoles abrían por toda América algunas de las universidades más antiguas del mundo, como la Universidad de Santo Tomás de Aquino en Santo Domingo (1.538), la Universidad de San Marcos de Lima en Perú (1.551), la Universidad de México (1.551) o la Universidad de Córdoba en Argentina (1621). La primera universidad rusa, por contra, data de 1.755, y de 1.636 la Universidad de Harvard. Aunque con algún fundamento se suele pensar en los conquistadores como en un pequeño grupo de españoles enfrentado a gigantescos ejércitos de indios, lo cierto es que los españoles contaban entre los indios con sus propios aliados. Es el caso de los tlaxaltecas y otros muchos pueblos, que rápidamente se convirtieron en aliados de los españoles al ver en ellos la ocasión de librarse del yugo de los aztecas, los incas o los mayas. Efectivamente, la América precolombina distaba de ser la Arcadia feliz que algunos pintan. Por el contrario, se trataba de sociedades en las que sus reyes se hacían adorar como divinidades, en las que eran comunes la esclavitud, las conspiraciones, las guerras civiles y el sometimiento de otros pueblos, en las que se llevaban a cabo sacrificios humanos y en las que incluso se practicaba la antropofagia. Y es que ni los lobos suelen ser tan lobos, ni las ovejas tan ovejas. En cualquier caso resulta incuestionable que la conquista de América estuvo repleta de momentos épicos y episodios heroicos.
4 respuestas
Enhorabuena a NC: excelente nota histórica. Vale la pena leer algo más sobre este tema. Tanto unos como otros habían desarrollado (en algunos casos) una auténtica civilización, más allá de sus culturas respectivas. La conquista no estuvo exenta de civilización: aquí se apunta que en un siglo escaso ya se fundaron en América las primeras universidades. El expolio español, nunca reparado totalmente, fue tierra adentro; los anglosajones preferían merodear por las costas (contrabando) y en los mares (expolio del expolio)
Ni España ni Europa eran entonces, al igual que América, un paraíso
Ni eran, ni son el paraiso…
Ese artículo biene bien para decir que ya está bien de demonizar la colonización de América por parte de España, mucho peor y más salvaje fue la colonización anglosajona de norte América o de otras partes de globo, pero ellos lo han sabido vender mucho mejor y no se arrepienten de su pasado.
Lo que parece que ocurre es que por aquí hay mucho listo que quiere mezclar churras con merinas y buscar de esa forma un simil con la situación actual de España.
Pues mi opinión es que no fuimos tan malos, ni muy buenos tampoco, fuimos unos colonizadores bastante «aceptables» para lo que era la antigua usanza de otras colonias similares en el resto del mundo…(Ingleses, franceses, holandeses, portugueses, etc)
En comparación a otros países europeos, no se cometieron tantas tropelías y aniquilaciones como ellos, pero pese a todo hay alguno que se le llena la boca con críticas hacia la colonización española, mirando hacia otro lado cuando se habla de otros europeos como Inglaterra, que extermino a cientos de pueblos indígenas por completo y al resto los metió en reservas para que fueran desapareciendo gradualmente.
También hay que recordar a esos grandes independentistas americanos, que tanto atacaron a la corona española, como por ejemplo Simón Bolivar, un sujeto que era un aristócrata descendiente de vascos de Marquina y que hizo fortuna en las americas, que tomo el camino de la independencia de la corona española pensando más en razones prácticas y económicas, que por el bien de los pueblos indigenas que poblaban esos lugares.
Pues va y resulta que lo ensalzan como si fuera un indígena americano que se revelo contra la opresión del los españoles, cuando el era español de pura cepa y también colonizador adinerado.
Pues curiosamente él era descendiente de esos españoles que fueron a colonizar América y que según algunos «tan mal lo hicieron», él y la gran mayoría de los que ahora se quejan de la colonización española.
Es asombroso que hablen de nosotros los actuales españoles, como unos invasores sanguinarios, crueles cuando la gran mayoría de los que dicen esas barbaridades son descendientes directos de los que supuestamente cometieron tanta tropelía.
Señores que mis antepasados no fueron a America, luego mucha culpa de esas tropelías no tendrían, ahora bien, los ancestros de la mayoría que ahora se quejan si cruzaron el charco, y a buen seguro que si tuvieron algo que ver en ese asunto, si es que lo hubo tal y como algunos relatan.
Así que señores dejen de faltar a la verdad y miren en el seno de sus familias y no echen culpa, ni generalicen con todo el pueblo español, que sus ancestros que se quedaron en América tienen más culpa que los que vivimos en la actual España. Por favor Miren más en sus antepasados y menos en los nuestros…
Salvo los indígenas americanos que no se han mezclado en todos estos años con españoles (Que serán pocos), a los demás se les debería caer la cara de vergüenza, sabiendo que muchos de ellos proceden en buena mediad de familias españolas adineradas o que hicieron fortuna a costa de los nativos americanos o de sus riquezas naturales. O que fueron como militares o navegantes, o que simplemente cruzaron el océano en busca de un porvenir mejor…
Se puede decir que Los franceses alaban todo lo que hacen ellos mismos, lo bueno o malo, parece que no tienen abuela; los alemanes se creen los mejores, los ingleses están orgullosos de su pasado de lo que fueron, de lo que son y los españoles tenemos el gran defecto de criticarnos a nosotros mismos, de poner en tela de juicio todo lo que hacemos, como idiotas…Siempre pensamos que lo nuestro es peor, pero en fin; así somos que le vamos hacer.
Pese a quien pese yo me siento orgulloso de lo que soy, de nuestra historia, de los pueblos que configuraron nuestra cultura y de los que la nutren actualmente…Viva el día de la hispanidad.
Sobre todo, es que resulta absolutamente inútil culpar a los conquistadores lo malos que fueron, allá por el XVI y sigueientes. Es como volverlos ahora contra los romanos, o contra los arabes del VIII…
Entendámonos: todos los invasores se comportan como tales. El juicio moral que cabe hacer debe ser condenatorio de sus vejámenes y sus injusticias. Pero eso no es un juicio histórico. No podemos juzgar al Cid campeador con nuestros criterios éticos y decir que era «bueno» o «malo», o al Abderraman, o a Jaime el conqueridor…
A mi se me ocurre que esta idea de «juzgar» al autor de guerras de conquista nos viene dada por los juicios de Nüremberg, que creo que es la primera vez que se enjuicia al régimen de la potencia vencida. Luego vienen las revisiones históricas de la guerra civil española y todas las reivindicaciones de la crueldad de los conquistadores españoles, los colonos americanos, etc….Signo de los tiempos cambiantes, eso de querer aplicar el derecho y hacer justicia, que tiene también su parte buena, en la medida en que puede llevar a la conciencia de los gobernantes que pueden ser juzgados conforme a Derecho en caso de iniciar una guerra y perder.