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El consejero Mendoza es algo así como un elefante desbocado. Eso sí, no echemos toda la culpa al pobre Mendoza. Mendoza fue elegido consejero de Educación no a pesar de eso, sino precisamente por eso. En Educación se quiso entrar a cuchillo, hacía falta al frente de educación un elefante desbocado. Lo que sucede es que en un estado de derecho suele haber algunas normas para poner bajo control a los elefantes desbocados y que no aplasten a la gente.
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En este caso, el Gobierno de Navarra cambió a mitad de partido las normas para acceder a las becas, con el curso ya empezado y los alumnos matriculados, dejando colgados de la brocha a multitud de alumnos de la UNAV y particularmente a los de las familias con pocos ingresos, dependientes de las becas que el elefante Mendoza acababa de pisotear.
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Incluso en el gobierno del cambio, no obstante, o en su equipo de asesores técnicos, debe haber alguien que ha señalado el peligro de perder el caso en los tribunales y que hay una diferencia entre pisotear a los alumnos de la UNAV dentro de la ley y hacerlo fuera. No sólo es que los tribunales pueden impedir determinados abusos del poder, sino que puede existir un contingente de ciudadanos navarros, difícil de cuantificar, susceptible de no ver con buenos ojos determinados excesos sectarios del poder o el incumplimiento de las leyes por parte del gobierno. Un gobierno descalificado por los tribunales no ayuda a promocionar la idea de un gobierno solvente y serio.
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Es claramente por esto que, justo tras presentar las familias afectadas un recurso en el TSJN, el Gobierno de Navarra ha decidido allanarse ante la demanda, dejar en el olvido la convocatoria de becas que perjudicaba a los alumnos de la UNAV a mitad de curso y postergar los nuevos requisitos de las becas hasta el año que viene. Es decir, perjudicar a los alumnos de la UNAV pero al menos dentro de la ley, sin jugársela ante los tribunales y exponerse a una desautorización judicial en toda regla.
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Por lo demás, todo el mundo sabe que cuando se pone en un determinado puesto a un elefante desbocado es con un claro propósito: conseguir que todas las flechas se las lleve el elefante y, llegado el momento en que deje de ser útil o tenga que hacer de cortafuegos, se sacrifica al elefante.
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4 respuestas
Aquí también se podrá demandar al Gobierno de Navarra y al Kontsejero por daños y perjuicios, digo yo. Como todo lo paga el dinero público,¿no? , podemos destrozarlo todo que ya pagará….alguien.
Mientras el Kontsejero no pague de su bolsillo seguirá haciendo de las suyas.
El año que viene la situación de fondo será la misma: discriminación por motivos ideológicos (odio visceral al Opus) a los alumnos que estén en cursos ya avanzados. Estos, ¿qué hacen? ¿abandonar a mitad de carrera? ¿es que no pagan impuestos como todo hijo de vecino?
Calificar a Mendoza cómo «pobre» Mendoza, me parece muy benevolente.
Está «jugando» a destrozar el futuro de nuestros hijos .
Qué diver .
Y quien le ha puesto sabiendo lo divertido que es , se lo estará pasando bomba.
Esto es una fiestuqui pero con tintes de novela negra.