UPN surge en 1979 del ámbito del centro derecha que representaba la UCD, como reacción a la inclusión de la Disposición Transitoria Cuarta en la Constitución Española. Esta polémica Disposición, que abre la puerta a la inclusión de Navarra en la CAV, suscitó la necesidad de crear un partido específico navarro, defensor de la foralidad y con sus órganos de decisión en Navarra. En palabras de su principal impulsor, Jesús Aizpún, el objetivo de UPN era que los problemas de Navarra y respecto a Navarra “se resuelvan con la óptica de Navarra«.
El pacto de 1991 con el PP
UPN y el Partido Popular firmaron en 1991 un acuerdo estratégico basado en el mutuo interés de ambos partidos. En Navarra, el Amejoramiento establecía que la fuerza más votada era quien debía acceder a la presidencia de modo automático. La integración de UPN y PP garantizaba el acceso al gobierno de UPN como fuerza más votada según este procedimiento automático. Como contrapartida UPN y PP presentaban también una candidatura conjunta en las elecciones generales, cuyos diputados y senadores se integraban en la disciplina del grupo popular en los asuntos nacionales. La cimentación del acuerdo se resquebrajó en el año 2001 al eliminarse el procedimiento automático del Amejoramiento, y saltaría definitivamente por los aires –con la oposición generalizada de los votantes del centroderecha- tras los resultados electorales del 2007, cuando para garantizar la estabilidad del gobierno de Navarra UPN se ve en la necesidad de encontrar apoyo en el PSN.
La escisión de CDN
El pacto con el PP anteriormente descrito convirtió en 1991 a Juan Cruz Alli en presidente de la Comunidad Foral de Navarra. Alli se reveló inmediatamente como una figura polémica y controvertida. Baste citar su presencia como presidente en el Nafarroa Oinez o en el aniversario de Amaiur. De cara a las elecciones de 1995, UPN decide entonces presentar como candidato a Miguel Sanz, en aquel momento vicepresidente del gobierno. Las tensiones internas en la formación regionalista resultan insostenibles a esas alturas, produciéndose la salida de Alli del partido y la fundación de CDN.
Las expectativas de UPN
Las expectativas internas actuales de UPN rondan los 18-19 escaños. Estas expectativas se derivan en gran medida de un sondeo interno realizado a finales del año pasado. La horquilla de diputados oscilaba en virtud de la presencia o no de Batasuna aunque en aquel momento aún no se había producido la ruptura de Nafarroa Bai. Los regionalistas esperan también un descenso del PSN que podría llevar a los socialistas hasta la zona de los 10 escaños.
Comerse un “quesito” más grande
Dos son las posibilidades estratégicas de UPN para conservar el gobierno: pactar con el PSN o pactar con el PPN, y eventualmente el CDN. Lo cierto sin embargo es que, más que por las preferencias de UPN, intentar uno u otro pacto vendrá determinado por la aritmética parlamentaria que determinen los resultados. Pocos navarros apostarían por que, siendo posible una mayoría con el PPN, UPN intentara formarla con el PSN. Algunos observadores aprecian también una mayor ambición en Yolanda Barcina que en Miguel Sanz. La inclusión de independientes como Pruden Induráin, pero mucho más la de Coro Gainza, habría que interpretarla como un intento de comerse un trozo del “quesito” del PSN.
3 respuestas
El problema será la parte del acuerdo entre Miguel Sanz y el PSN que tenga que «comerse» Yolanda Barcina. En cuanto a la aritmética electoral CDN es 0, y habrá que ver cuanto sacará BILDUETA, al que Rubalcaba ya habrá incluido en los cálculos electorales. Con toda seguridad….en todos los sentidos.
Completamente de acuerdo Ciudadano.
En otro orden de cosas, a mi modo de ver, la Señora Barcina ha tenido el fallo de que en su lista aparezcan caras que acompañaron al Sr. Sanz, personas de las que la sociedad Navarra ya está muy cansada, por los problemas que han dado ejerciendo al mando de su consejería.
Entre ellos el que más me llama la atención que haya repetido es el Señor Caballero, Consejero que no se ha caracterizado por su buen hacer, ni por su capacidad de diálogo, ni acuerdo.
Consejero que con sus modificaciones legislativas ha hecho desaparecer la separación de poderes que debiera existir entre el poder legislativo y el ejecutivo, debilitando con ello al cuerpo de la policía foral y mermando su independencia y su capacidad de trabajo. (Descuidando su imagen corporativa, su modernización, su camino hacia una policía integral, etc)
Este consejero se ha granjeado la antipatía y animadversión de colectivos tan importantes como el de los Bomberos o el de los policías de Navarra, creo que es un lastre en la listas de la Señora Barcina.
Para mi lo más notable de la trayectoria de UPN es su deriva desde un grupo de personas enraizado en la sociedad navarra, como lo demuestra su sorprendente éxito consiguiendo un acta de diputado en las elecciones de marzo de 1979 cuando se había fundado en enero de ese año, a un estructura burocrática de poder o mero aparato electoral. Paralelo a este proceso, como consecuencia de su estancia en el poder, ha sido el de adopción de los modos y maneras de la partitocracia del resto de España haciendo crecer exponecialmente el sector público (y los puestos bien remunerados para militantes) y conviertiendo la Caja en un instrumento de los partidos y de colocación de adeptos de los partidos del régimen.