Otra estadística interesante es la relación entre la densidad del tráfico y el número de accidentes. Mueren menos navarros en las autovías y autopistas que en la red de interés general (carreteras nacionales, básicamente). ¿Se debe acaso a que hay muchos menos navarros circulando por las autovías y autopistas que por la red general? Al menos la respuesta a este interrogante es sencilla: no. De hecho, sucede todo lo contrario. Hay menos muertes en las vías con los carriles desdoblados a pesar de que soportan más tráfico. El último dato que hemos encontrado en la web de la Dirección General de Obras Públicas del Gobierno de Navarra es del año 2003, cuando el número de kilómetros de autovía en Navarra (213 Kmts.) era significativamente inferior al actual (347 Kmts.). Aún así, el dato es demoledor.
La siguiente gráfica compara el número de muertos en autopista y autovía con el número de muertos en la red general. La comparación es más relevante ahora que sabemos que hay más vehículos circulando por las autovías y autopistas navarras que por la red general.
Los datos no dejan lugar a dudas. En 2006, por cada persona muerta en autopista o autovía murieron 1,5 personas en la red general, un 50% más. En 2007, el dato es incluso más contundente. Por cada persona muerta en autovía o autopista, murieron 2,8 personas en la carretera.
Y aún habría más factores sobre los que seguir reflexionando. Por ejemplo, según un artículo de la revista Supermotor, el tanto por ciento de fallecidos en España sobre el total de víctimas era del 3,5%. En Italia, sin embargo, es el 2,1. En Alemania el 1,8%. Y en Reino Unido el 1%. El "factor desencadenante" de estas cifras, según el artículo, es la rapidez con la que los servicios de urgencia atienden a las víctimas. Si nuestro índice de supervivencia a un accidente fuera como el alemán, concluye la noticia, reduciríamos el número de muertes en un 50%.
Existen propuestas que apuntan a la falta de credibilidad de los límites como una de las razones por las cuales los conductores no interiorizan su obligatoriedad. Así, por ejemplo, 120 es el límite genérico para circular por autopista. Es el mismo límite tanto si es un día de sol radiante como si hay niebla intensa, si es de día o de noche, o si el firme está seco o mojado. 120 es, simplemente, una marca a la cual ajustar el "multanova".
Criminalizar al ciudadano, por tanto, es una opción simple que permite a la Administración lavarse las manos. La realidad, sin embargo, parece más compleja y más exigente con los políticos.
Fuente: web de la Dirección General de Obras Públicas del Gobierno de Navarra.
