Sucedió un 1 de mayo de 2008. Aquel día, la Unión General de Trabajares (UGT) de Navarra escogió la localidad navarra de Alsasua para celebrar la tradicional e internacional fiesta de los trabajadores. Cerca de mil quinientos afiliados y simpatizantes del sindicato se dieron cita en el centro cultural Lortia, en el que se celebró el tradicional mitin, como muestra la fotografía. Después, distintos actos de deporte rural, chistorrada, bailes (si no recuerdo mal con algún danzari de por medio), culminando la jornada con la tradicional comida en el frontón.
Los suscribientes del presente artículo, por aquel entonces afiliados a la UGT de Navarra, participaron en todos estos actos y tras la comida, decidieron salir a dar una vuelta por el pueblo y conocerlo. Como suele ser normal en este tipo de actos, ambos llevabamos puestas pegatinas de UGT en nuestras cazadors sin darnos cuenta, y al internarnos por el pueblo, nos topamos con un grupo de habitantes del mismo que comenzaron a increparnos e insultarnos tachandonos de fascistas por el simple hecho de llevar unas pegatinas de un sindicato que no eran ni ELA ni LAB. La cosa fue a mas, se fueron sumando unos cuantos energumenos más y intentaron darnos caza, tuvimos que correr de vuelta al frontón donde se encontraban el resto de compañeros para evitar que nos dieran una buena paliza.
A vueltas con el fascismo
Recientemente asistimos a una concentración contra el «fascismo» en la que participaron todo tipo de «agentes sociales» según los convocantes. Entre otros se sumaron los principales sindicatos de Navarra, incluyendo a UGT y CCOO. En principio una manifestación contra el fascismo, por la democracia y la libertad suena muy bien, y invitaría a cualquier demócrata y persona de bien a sumarse. Sin embargo, cuando la convoca organizaciones «pantalla» de la izquierda aberchal, y como era de esperar no iba enfocado a actitudes como las padecidas por los suscribientes del artículo hace ocho años, o peor aún, la brutal paliza sufrida por cuatro de nuestros conciudadanos por las juventudes hitlerianas hace unos días.
Llama la atención que los verdaderos actos fascistas que padecemos en la actualidad sean perpetrados por quienes tanto se manifiestan contra el fascismo, y peor aún, que sindicatos como UGT y CCOO que tanto acoso han sufrido en el pasado y padecen en la actualidad, se sumen a unos actos que no solo no se manifiestan contra las actitudes fascistas que todavía hoy tenemos que sufrir, sino que además se sumen a los actos promocionados por la izquierda aberchale y sus sociedades pantalla cuyo fin último es blanquear sus actitudes facinerosas.
Dos imágenes de la reciente campaña que ha emprendido la izquierda aberchale contra los sindicatos UGT y CCOO, cuyo único delito es no compartir plenamente su hoja de ruta separatista
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La única solución posible: la desnazifiación
El 8/9 de mayo capitulaban ante los aliados las tropas alemanas, consumándose la derrota militar del nazismo alemán y fascismo italiano. Sin embargo, la derrota fue exclusivamente militar, y había que gestionar la derrota desde un punto de vista político, social y cultural. La parte más conocida de este proceso fue la judicial con los archiconocidos «juicios de Nuremberg», pero si el nazismo fue realmente derrotado no se debió exclusivamente a la actividad militar y judicial. La cultura, la prensa y la política también fueron objeto de desnazifiación, y programa integral que ha permitido que hasta la fecha (es decir, 71 años) no haya vuelto a haber un rebrote significativo del nazismo.
Todo parece indicar que las ETAs (ETApm, ETAm ,CAA, Iparretarrak y kales borrokas varias) han sido derrotadas desde un punto de vista policial. Sin embargo, las actitudes violentas, la ideología fanática, sectaria y con actitudes de auténtico fascismo, no solo no han sido desterradas de nuestra sociedad, sino que siguen más vivas que nunca. Está claro que el actual cuatripartito en el mejor de los casos no va a hacer nada para cambiar esta situación, sin embargo, los «constitucionalistas» tendrán que plantearse seriamente una autentica política de desnazificación en la cultura, educación, prensa y política si no queremos que los fascistas de hoy sean los dueños de nuestro futuro.
Para finalizar, el problema no está localizado exclusivamente en Alsasua, basta con darse una vuelta en todas aquellas localidades navarras en las cuales la izquierda aberchale se ha hecho fuerte, lo mismo sea Alsasua que Olazagutia, Irurzun, Leiza, Bera de Bidasoa y por desgracia otras muchas. A simple vista pueden parecer unos pueblos normales y corrientes aunque de entrada la «decoración» ya deja a la vista que algo ocurre. Está claro que si comulgas con la mafia aberchale o te mantienes como una estatua de sal no te ocurrirá nada. Sin embargo, como pienses de manera diferente, seas miembro de un partido, sindicato u otra organización que esta gente considere «enemigo» o de alguna profesión que no sea de su gusto, te encontrarás más cerca de la Alemania de los años 30 y de la Europa del Este de antes de la caída del muro de Berlín que de lo que se supone que debería ser la Europa de 2016.
C.E.F y S.I.V
