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En los últimos días nos vemos abocados a hablar de impuestos. Es duro, pero la alternativa es hablar otra vez de Pablo Iglesias. De todos modos, interesa aclarar algunas nociones básicas para no perdernos cuando hablamos de impuestos.
Por ejemplo, a la vista del cuadro de la nueva y la vieja fiscalidad hay quien cree ver cosas raras, como que alguien que hasta ahora tenía unos ingresos imponibles de 17.000 euros está pagando el 24,75% y el año que viene, con la rebaja, pasará a pagar el 25%.
O alguien también puede pensar que si una persona ingresa 12.400 euros pasa de pagar el 24,75% a pagar el 19%, pero que si gana 12.500 tendrá que pagar el 25% el año que viene y el 24% el siguiente. Es decir, que la rebaja del PP le deja como estaba en 2011 (no hay bajada, sino des-subida) y encima le interesaría más cobrar 12.400 euros y pagar el 19% que cobrar 12.500 y pagar el 24%.
Pues bien, aunque críticas de este tipo se vienen repitiendo continuamente en los foros o las redes sociales, se basan en el desconocimiento de cómo funciona el sistema de tramos.
Una persona con unos ingresos imponibles de 17.000 euros (el primer ejemplo que poníamos) ahora paga el 24,75%. El año que viene pagará el 19% por los 12.450 del primer tramo y el 25% de los 4.550 euros del segundo tramo. Es decir, que pagará menos.
La persona con una base imponible 12.500 euros, en vez del 24,75% actual, pagará en 2015 el 19% de los 12.450 primeros euros y el 25% de los 50 euros que entran en el segundo tramo.
Otra crítica muy repetida es la de que las clases medias no se benefician de la bajada de impuestos. Por ejemplo, una persona con una base imponible de 30.000 euros pagaría el 30% antes y después de la bajada.
El problema con esta crítica, una vez más, es que no tiene en cuenta el sistema de tramos y cómo funciona. En 2013 una persona con ingresos imponibles de 30.000 euros pagaba el 24,75% por los primeros 17.707 y el 30% por los 12.293 restantes hasta los 30.000. En 2016 esa persona pagará el 19% por los primeros 12.450, el 24% por los 7.550 siguientes, y el 30% por los 9.800 restantes. En 2013 habrá pagado 8.069 euros, en 2016 pagará 7.165 euros.
Las críticas a la bajada de impuestos basadas en ejemplos como estos, por consiguiente, aunque muy difundidas se basan en el desconocimiento de cómo funciona el sistema de tramos.
Cuantos más tramos, más progresivo y progresista el sistema
La reforma del PP reduce el número de tramos de 7 a 5. Otra idea que se viene repitiendo de manera bastante acrítica y automática es la de que a más tramos más progresividad y por tanto más justicia.
Es evidente que no es así.
Supongamos que ponemos 10 tramos.
¿Sería el impuesto más justo y progresivo?
Pues depende, porque si ponemos un solo tramo del 40% para todos los que tengan una base de menos de 50.000 euros y los otros 9 tramos los escalamos para ingresos de 50.000 en adelante, el sistema será muy progresivo pero nada justo y progresista.
Nosotros proponemos una medida mucho más razonable que consiste en calcular lo siguiente: si con la reforma pago menos el año que viene, la reforma es progresista. O por lo menos más progresista que lo que hay.
Un comentario
Se nota que la bajada de impuestos ha jodido a la izquierda cavernícola y sectaria quebtenemos, y ya no saben qué hacer para engañar al ciudadano, pero si están a favor de subirlos…¿cómo es que protestan porque bajan tan «poco»?
Ahora, ya lo verán, protestarán cuando se reduzca el número de aforados, no sea que a Susana Díaz, la de los #ERES que #ERES, la enfile la Juez Alaya, y caiga el entramado socialista-comunista en Andalucía, donde el PSOE e IU se financian ilegalmente a saco.