La Comisión Antiviolencia en el deporte ha propuesto una sanción de 6.000 euros y prohibición de acceso a los recintos deportivos por un periodo de 12 meses a cada uno de los siete Indar Gorri identificados que insultaron y escupieron a Chimy Avila cuando este se acercó a ellos a celebrar un gol durante un partido el pasado 12 de diciembre. Huelga decir que Chimy Avila es jugador de Osasuna, pero que los Indar Gorri le insultaron y escupieron por cuestiones ideológicas.
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Antiviolencia multa con 6.000 euros y la prohibición de acudir durante un año a El Sadar a siete aficionados que insultaron y escupieron a Chimy Ávila https://t.co/reuG13e4ut
— Pamplona Actual (@Pamplonaactual) January 12, 2022
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Como puede apreciarse en cuanto se realiza una búsqueda en Google, Indar Gorri acumula una larga lista de sanciones a Osasuna, en las que por otro lado a menudo se aprecia una tolerancia cuando no una complicidad del club con los Indar Gorri. De hecho incluso en el caso de hoy hablamos de una sanción propuesta a los Indar Gorri que insultaron y escupieron al Chimy por parte de la Comisión Antiviolencia, no de otras medidas adoptadas independientemente por Osasuna.
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La vidriosa relación de los Indar Gorri con la violencia vuelve a ponerse en evidencia cuando seguimos indagando sobre el historial violento de los componentes de este grupo del que cabe preguntarse legítimamente hasta qué punto el Osasuna es una prioridad o una excusa. Por no poner sobre la mesa la cuestión de si Indar Gorri a Osasuna le suma o le resta y qué clase de imagen le aportan los Indar Gorri a Osasuna o ya por extensión incluso a Navarra.
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A todo esto podría añadirse el hecho de que Osasuna es un club que por la mala cabeza de sus dirigentes ha tenido que ser rescatado por todos los navarros, y que a fecha de hoy goza de unas facilidades para el disfrute de las instalaciones que no podrían explicarse más que por este respaldo. Es decir, que por un lado los contribuyentes navarros respaldan la actividad del club con su esfuerzo y por otro el club usa el dinero para pagar multas por las acciones de los Indar Gorri, por ejemplo, sin tomar por ello represalias contra los Indar Gorri y sacarlos del campo.
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La milonga de que pese a todo hay que soportar a los Indar Gorri porque apoyan al equipo decae cuando las sanciones ya se producen hasta por insultar y escupir a un jugador del propio equipo, salvo que para defender a Indar Gorri manejemos un concepto bastante surrealista de la idea de apoyar al equipo. A todo esto se suma la división que genera Indar Gorri entre la afición, entre el conjunto de los navarros y entre la propia plantilla. ¿Cómo de mal le iría a Osasuna sin los Indar Gorri? ¿En qué empeorarían los resultados del club por la ausencia de estos sujetos del campo? Sólo hay una manera de estar seguros de lo que pasaría que es echarlos y comprobarlo. No es improbable que 10 años más tarde llegue un día en que nos demos cuenta que no se les echa en absoluto de menos, que con su ausencia la empatía de todos los navarros con el club es mayor y que la marcha deportiva del club era totalmente independiente de su presencia, puede que incluso mejor.
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Un comentario
En este asunto, hay otro aspecto que no aparece por ningún lado. Me refiero a la actitud de los miembros de la plantilla, a la falta de defensa por parte de los futbolistas a su compañero el Chimy Ávila; es que ni han abierto la boca para recriminar y poner en su sitio a semejantes energúmenos. ¿Dónde están las voces de los insignes capitanes, de los Oier, Unai, D. García, o R. Torres?. ¿Dónde se encuentra en dicho colectivo esa mágica palabra, últimamente tan manoseada, la “empatía”?. Eso es lo que falta, además de una buena dosis de vergüenza torera.