Alberto Recarte, ex presidente de Libertad Digital y Economista del Estado afirmaba ayer en Pamplona que “la reforma laboral puede servir para que el empleo rebote más rápidamente cuando España vuelva a crecer”. En su opinión, la mayor virtud de las nuevas leyes es que permite que las empresas adecuen las plantillas a sus necesidades: “Puede que se pierda empleo, pero las empresas mantienen el capital físico, el know how y las garantías jurídicas para los accionistas, por lo que están preparadas para volver a crear empleo cuando las cosas mejoren”. “Otro acierto es que los salarios se desvinculan de la inflación en España, lo que impide que España pierda competitividad”, explicó.
El autor de los Informes Recarte sobre la crisis económica fue invitado por el think tank Civismo a Pamplona para evaluar la política económica del Gobierno del PP y explicó que corregir la regulación del trabajo es prioritario, “porque es la responsable de entre un millón y medio y dos millones de parados”, pero aun sin ella habríamos alcanzado un paro muy elevado porque “el ciclo de crecimiento se había agotado y nuestra capacidad de endeudamiento había llegado al límite”.
En cuanto a la reforma financiera, el ponente consideró que tiene la virtud de que anticipa el recapitalización necesaria, pero “no es suficiente”. En su opinión, la tercera oleada del FROB debería haberse dotado con entre 15.000 y 20.000 millones para recapitalizar los bancos, a la vez que se obliga a las entidades saneadas a hacerse cargo de las quebradas. A pesar de todo, “es posible que la contracción monetaria termine a finales de año o mediados del siguiente”, porque los bancos están destinando gran parte de sus beneficios a provisiones. Recarte insistió en que, como el Banco Central Europeo presta dinero al 1%, “es posible que la banca española pida cerca de 200.000 euros” para afrontar las turbulencias de los próximos años y lo coloquen en deuda nacional, por lo que el Tesoro tendría cierta “independencia de los mercados”.
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En este sentido, el ponente valoró positivamente que el Estado central se hiciera cargo de los impagos de las administraciones autonómicas y locales a través del ICO, a la vez que se les obliga a mantener cierta disciplina fiscal. “Un mandato incluido en la Constitución desde el 78”, recalcó. Recarte señaló que, como mucho, es posible reducir el déficit hasta el 5,5% del PIB, “por lo que seguramente Rajoy tenga que renegociar las condiciones en Bruselas”. “Con todo, sería muy complicado, porque implicaría reducir 35.000 millones en el gasto cuando el PIB está cayendo; se puede recortar gran parte de la inversión, pero el gasto corriente es más complicado”. Por ponerlo en datos, el economista cifró el exceso de personal en unos 400.000 funcionarios y empleados públicos. “La cantidad de trabajadores para el sector público –destacó- aumentó en 300.000 durante los años de crisis”, así que prácticamente se trataría de volver a la situación anterior.
Para Recarte, los mayores ajustes tienen que hacerse por el lado del gasto, por lo que la subida de impuestos no es acertada. El presidente de Centunión habría apostado por un cambio radical en el sistema impositivo: rebajar las cotizaciones a la Seguridad Social unos cinco o seis puntos, eliminar deducciones al Impuesto de Sociedades para poder bajarlo al 20% recaudando lo mismo, eliminar Patrimonio, “un impuesto que las clases altas tienen facilidad para esquivar y acaba afectando sólo a las medias“, y subir el IVA tres puntos para igualarlo a la media comunitaria.
El ex presidente de Libertad Digital incidió en que este tipo de medidas son las que ha implementado Portugal por recomendación de la UE, ya que subir el IVA permite incentivar las exportaciones a la vez que se encarecen las importaciones mientras que, por otro lado, bajar las cotizaciones permite rebajar los costes de producción. Adujo que esta medida podría ser muy beneficiosa, ya que “si España puede crecer es a base de exportar, porque el consumo interno se encuentra estancado y el gasto público ya está sobredimensionado”. Por otra parte, recordó que en España se había invertido durante el auge unos 10 puntos más que la UE, por lo que ahora es normal que se reduzca.
“Quizá Navarra, por su facilidad para exportar, tenga más fácil la recuperación”, expuso. En la comunidad Foral “no se defiende una empresa familiar, sino un modelo que está abierto a la competencia y atrae a las multinacionales. Además, el sector de la agroindustria tiene mucha salida”.
3 respuestas
Los tres últimos párrafos serán premonitorios. Porque lo que ha hecho Portugal por indicación de Europa -es decir, Alemania- es lo que hizo Alemania antes justo del comienzo de la crisis, cuando se barruntaba. Subieron el IVA y bajaron las.cotizaciones, de tal manera que el consumo ni el IPC no se vieran afectados.
Que es lo que hará España con los presuestos de finales de marzo.
¿Tiene De Guindos bien hecho el diagnóstico?. Ya en la campaña se vió que ni el PP ni el PSOE tenían bien diagnosticada la situación económica. Sabían, sí, que España, compartiendo los mismos o parecidos problemas económicos que otros países socios de la UE, tiene sin embargo una tasa de paro al menos dos veces más elevada que la media comunitaria. Debe pues existir algún problema específicamente español que explique esta grave divergencia. Pero ni el PP ni el PSOE lo han explicado. El origen remoto del problema español se encuentra en la tradicional situación deficitaria del comercio exterior, muy agravada por la revaluación de la moneda que supuso «de facto» la negociación en 1985 para acceder a las Comunidades Europeas, una revaluación perniciosa que incomprensiblemente pasó y sigue pasando desapercibida al PP, al PSOE, CEOE, sindicatos y Círculo de Empresarios. Además de controlar el déficit público, De Guindos propone «reformas estructurales», entre las que van la laboral y la del sector financiero. Pero no dice nada de la gravísima situación del sector exterior. En el año 2007 el déficit comercial había alcanzado en España 100.000 millones de euros (9,5% del PIB; 274 millones diariamente). Las reformas que se proponen podrán mejorar la situación de las finanzas públicas, pero es poco probable que provoquen un crecimiento económico suficiente para crear empleo si previamente no se corrige la desincentivación inversora de los empresarios españoles creada por razón de la citada revaluación de 1985. Dice Juan Velarde: «…hemos dejado a un lado toda tentación proteccionista. Pero hacerlo, sin ser competitivos, ¿no conduce en derechura a una crisis?» (Opinión, Libertad Digital, 16 dic. 2011)
Ver “ESPAÑA, una economía asfixiada” http://www.lebrelblanco.com/articulos
Con una subida de 3 puntos de IVA y la rebaja equivalente a esos 3 puntos en cotizaciones, se mejora la posición competitiva frente al exterior en 6 puntos. Lo importado es más caro, lo que se exporta cuesta menos fabricarlo.