Alberto Catalán podría aspirar a ser el próximo presidente del gobierno

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Diario de Noticias mueve ficha

Este sábado, Diario de Noticias realizaba una interesante entrevista a Alberto Catalán, rival de Yolanda Barcina por la presidencia de UPN. Parece ser que Catalán, tras fallar su intento de convertirse en presidente del partido, no descarta ser el candidato de UPN en la siguiente cita con las urnas, en vez de Barcina, para presidir el próximo gobierno. Eso sí, Catalán podría presentarse sólo en caso de que Barcina decida no presentarse ella.

Un candidato elegido por los militantes de UPN

En UPN cualquiera puede presentarse para ocupar un cargo en el partido, incluida la presidencia, y todos los militantes tienen voto directo. En cambio, el candidato electoral para presidir  el gobierno lo decide el partido. Catalán plantea en la entrevista que en UPN se puedan realizar primarias y que incluso se pueda abrir la elección a los simpatizantes. Eso sí, matiza que él no se presentará si Barcina decide presentarse. Considera en la entrevista, incluso, que nadie debe competir contra Barcina si Barcina quiere ser candidata. Pero si no quiere, y sólo en ese caso, entonces Catalán abre la baraja y tampoco se autoexcluye.

Diario de Navarra mueve ficha

Por su parte, Diario de Navarra llevaba a portada la cuestión de que “UPN y PSN buscan cabeza de cartel para las forales”.

El mero hecho de que el Diario lleva a portada este cuestión y le dedique un amplio análisis en páginas centrales ya es noticia, por la capacidad que tiene el Diario para abrir un debate si quiere. Luego da la impresión de que quiere.

Por lo demás, el análisis propone dos criterios para medir la idoneidad de los candidatos.

Por un lado, si el candidato suma o resta votos. Si es candidato-plomo o candidato-corcho. Esto, tras el desgaste sufrido en los últimos años,  se puede cuestionar en estos momentos tanto de doña Yolanda como de don Roberto.

Por otra parte,  de cara a tener más cartas en un escenario post electoral en el que nadie tuviera mayoría absoluta, otro criterio es si con estos candidatos es más o más difícil un entendimiento UPN-PSN que con otros candidatos. Para formar gobierno tras las elecciones, o el año siguiente, o el siguiente, según sea el rumbo y estabilidad de los acontecimientos.

Ambos criterios ya los habíamos propuesto en NC, pero además proponíamos otro: el criterio ético. ¿Deben presentarse Barcina y Jiménez? Después de todo lo sucedido, ¿no pasa la regeneración política en Navarra por un cambio de caras?

La ética y el interés político, además, no tienen por qué ir en sentido opuesto.

Otra cosa es que el mejor candidato alternativo a Barcina fuera Catalán, pero es otro debate para otro momento.

Y luego está la cuestión de quién debe decidir cuál es el mejor candidato que UPN o PSN pueden presentar. ¿El Noticias? ¿El Diario? ¿Navarra Confidencial? ¿El dedazo del predecesor? ¿No es más lógico y más democrático que lo decidan los militantes e incluso con la participación de los simpatizantes?

Alguien podría pensar que la libertad perjudica al partido. Que para Barcina es una debilidad haber tenido que presentarse a unas elecciones para presidir UPN y haber ganado por escaso margen. Nada más lejos de la realidad. Es después de ganar la elección cuando Barcina es intocable. La increíble fuerza de ser perdedor es un mito. Tampoco es donde alguien sí puede competir por el puesto, aunque nos falte práctica, donde realmente se acumulan más sentimientos cainitas.

Donde ni hay primarias ni se las espera es en el nacionalismo. No es una característica atractiva ni un síntoma de fortaleza. Es importante hacer algo bien cuando el principal mérito del contrario es la propia torpeza. Será difícil que el votante compre un discurso de regeneración donde, si cuando de la máquina del tiempo no aparece un histórico batasuno, las candidaturas se deciden por aclamación o por trapicheo.