Esta agresión se suma a otros actos de violencia como el ataque a una oficina del INEM en la Rochapea, roturas de lunas de autobuses, cerraduras selladas con silicona, la acción de piquetes o la tradicional toma al asalto una vez más de la UPNA ante la eterna pasividad de su cúpula rectora.
El boicoteo del acto de este partido político reúne no obstante algunos caracteres peculiares. Por una parte, se trató de impedir un acto político que nada tenía que ver con la huelga. Por otro lado dicha formación se define como socialista de izquierdas y defiende el internacionalismo. La agresión demuestra que el abanico de la intolerancia de cierto nacionalismo es muy amplio, acaba justo en la puerta de la taberna.