Este miércoles, día 18 de mayo, es el elegido para que el Consejo General extraordinario de Caja Navarra apruebe la segregación del 100% del negocio de Caja Navarra a favor de Banca Cívica. El resultado será el traspaso de todos los elementos patrimoniales principales y accesorios que componen su negocio financiero a Banca Cívica, incluyendo la totalidad de los activos y pasivos. Nada más y nada menos. Adios sucursal de Caja Navarra, hola sucursal de Banca Cïvica.
Se trata de un paso previo a la próxima salida a bolsa de la propia Banca Cívica. En ese momento Caja Navarra se convertirá en mera propietaria de algunas acciones de Banca Cívica, así como la marca en Navarra de Banca Cïvica. Si esas acciones producen algún dividendo, ése será el dinero con el que la fundación financie las obras sociales que se pueda permitir. Todo el resto de trabajadores de Caja Navarra pasan a ser trabajadores de Banca Cívica a la que además, como decíamos, se cede el uso de la marca Caja Navarra.
A efectos prácticos, pasado el tiempo y si todo sale bien (hay quien tiene sus dudas de que Banca Civica pueda finalmente salir a bolsa), Caja Navarra será propietaria de acciones de Banca Cívica como podría ser accionista de Pescanova. Las decisiones que afecten a Banca Cívica se tomarán fuera de Navarra aunque Banca Cívica use en la Comunidad Foral la marca Caja Navarra. Caja Navarra, a su vez, decidirá en Banca Cívica en la medida en que se lo permita su porcentaje de acciones, como en cualquier otra empresa de la que fuera accionista. Sólo el tiempo, por lo demás, mostrará si es mejor para la obra social de la CAN ser accionista de Banca Cívica o de Pescanova.
34 respuestas
Yo hablo de cierto contrato de «fundraising» para cierta fémina bien emparentada.
Y no se olvide: TODO siempre es mejor en compañía.
Vale, vecino. Hablamos de lo mismo, así que me reafirmo en lo dicho.
el proceso de integración acometido por Caja Navarra ha sembrado la inquietud entre la ciudadanía en general y entre los impositores en particular, en buena medida por la opacidad con que se ha acometido. Una incertidumbre que alcanza su máxima cota a cuatro días de las elecciones, con motivo de la transferencia por el Consejo General de Caja Navarra de todos sus activos a Banca Cívica sin esperar siquiera a los resultados del 22-M, lo que supone el final de aquélla como agente crediticio público que presta servicios de manera directa a ciudadanos, empresarios, pymes, autónomos y comerciantes navarros, con la aportación de un patrimonio de 657,86 millones a la nueva entidad conformada por Cajasol, Caja Canarias y Caja Burgos. Unas dudas que ya se suscitaron con el suspenso de los tests de estrés europeos, que se amplificaron con la petición al FROB de casi mil millones y con la negativa del fondo de inversión JC Flowers a materializar la carta de intenciones suscrita por la pérdida de confianza en el proyecto tras la elección de los socios. Porque fue el Banco de España quien impuso la entrada de Cajasol, que aporta 33.000 millones de activos y un patrimonio de 697,5 pero con un elevado nivel de toxicidad ligado al ladrillo. Cuando, en atención a las históricas conexiones empresariales, culturales, económicas y sociales entre los territorios, la alianza natural hubiera sido con las cajas de la CAV, que registran los mejores parámetros de solvencia y una sobresaliente cartera de participaciones industriales que no les obliga a salir a bolsa. Hoy se impone de forma burocrática y poco transparente, con el impulso político de UPN y PSN, el arriesgado final de trayecto para Caja Navarra, sometida su obra social desde ahora a los vaivenes del mercado, con una obvia pérdida de arraigo territorial en Navarra, al contrario de lo que ocurre en los procesos de transformación de las cajas gallegas, catalanas o vascas, y con una merma de garantías para el tejido productivo y familiar navarro.
El problema es que la idea de la Banca Cívica ya se la han pisado… y de verdad
http://en.wikipedia.org/wiki/Triodos_Bank