Carlos García Adanero publicaba ayer un mensaje un poco inquietante en su cuenta de Twitter, anunciando que ha tenido un problema de salud y que se encuentra en manos de los médicos, sin aportar más detalles al respecto. Adanero expresa sin embargo sus ganas de recuperarse y volver con fuerza al trabajo.
Quiero agradecer el gran trabajo y la atención que están realizando conmigo los magníficos profesionales de la sanidad navarra.
Aprovecharé este tiempo para recuperarme y volver cuanto antes con más fuerza.— Carlos García Adanero (@GarciaAdanero) February 23, 2022
Sin conocer lo que le ha sucedido a Adanero y esperando su pronta y total recuperación, no deja de resultar tentador relacionar la complicada situación personal del diputado con este aparente fallo de su salud. Ser político en España, no ya cuando te insultan en las redes sociales, sino cuando directamente no te lanzan una piedra, te montan un escrache o te propinan un puñetazo como a Rajoy, se ha convertido en una actividad de riesgo ante la que en más de un sentido conviene tener la piel, y la salud, a prueba de mordeduras de cocodrilo. A lo mejor nada de lo sucedido recientemente tiene nada que ver con el férreo talante del diputado navarro, pero seguro que la salud nunca empeora por tener cuantos menos disgustos.
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Escudriñando entre los miles de mensajes de apoyo a Adanero, se observa que el diputado de UPN por Navarra Suma ha recibido el apoyo en estos momentos de Cayetana Alvarez de Toledo, Inés Arrimadas, Hermann Tertsch… o Koldo Martínez. Obviamente la noticia, más allá de la cuenta del propio Adanero o de los grupos de wasap, rápidamente saltó a los medios navarros por lo que a estas horas resulta extraño que algún político navarro no esté enterado. En este sentido llama un poco la atención que, junto a los citados políticos de ámbito nacional y excluyendo a Sergio Sayas, no abunden los mensajes de apoyo de los compañeros de partido de Adanero, excluyendo algún caso como el del alcalde de Tudela, Alejandro Toquero, que significativamente fue uno de los miembros de la ejecutiva de UPN que no apoyó la magnitud de las represalias contra Adanero y Sayas.
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Puesto que es difícil pensar a estas horas que se trata de desconocimiento del hecho, da la impresión o de que falta un poco de sensibilidad en algunos compañeros, o que hay terror hasta de que un pequeño gesto humanitario pueda ser mal visto en la ejecutiva del partido, más aún cuando muchos de ellos han seguido tuiteando mensajes después de que Adanero hiciera público su percance. La prueba del nueve puede ser si los mensajes de apoyo siguen sin aparecer o sólo aparecen en el caso de que primero lo escriba Esparza. Esperemos que al menos a nivel privado no le falte a Adanero todo el apoyo de su partido.
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