Aclaremos que no se juzga al sistema de dietas, se juzga a la presidenta Barcos

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No se juzga la imperfección del sistema de dietas, se juzga si Barcos se aprovechó de la imperfección de ese sistema para cobrar por reuniones que se inventaba.

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No era nada y llevaba el ojo colgando

Las dietas. Podría pensarse que, pese a todo el tiempo que llevamos hablando de ellas, Geroa Bai ha vivido en una burbuja todo el rato. Tampoco resulta muy sorprendente puesto que en el mundo de Geroa Bai y el mundo nacionalista en general Uxue Barcos es absolutamente intocable. Si hubiera nacido en la India, Uxue Barcos sería una vaca. Uxue Barcos, a su vez, se ha acostumbrado demasiado a que no se le pueda tocar con el pétalo de una rosa. El problema para Uxue Barcos es que hay un mundo exterior fuera del nacionalismo, fuera de Geroa Bai, fuera del Diario de Noticias y fuera del Palacio de Navarra. Uxue Barcos está despertando del sueño.

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Llegan ahora  los nervios

Geroa Bai, como respuesta al inminente desenlace del caso Barcos, ha presentado ante el Tribunal de Cuentas una solicitud para nombrar un instructor que, en la causa ya abierta contra la presidenta, investigue la responsabilidad que pudieran tener los «responsables últimos del pago de dietas» en el Ayuntamiento de Pamplona, que según Geroa serían Yolanda Barcina y Enrique Maya.

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Según explicó ayer en rueda de prensa la concejal de Geroa Bai en Pamplona Itziar Gómez, flanqueada por los parlamentarios Koldo Martínez y Unai Hualde, «en el hipotético caso« de que el Tribunal de Cuentas pudiera considerar irregular el sistema de pagos, la responsabilidad de esa irregularidad «no sería de ninguna manera de los más de 50 concejales que la recibieron, sino de los máximos responsables municipales que validaron el sistema y ordenaron el pago de las mismas, los alcaldes de UPN Yolanda Barcina y Enrique Maya». A nadie se le escapó en esa comparecencia que una resolución contra Barcos ya no es imposible, sino una hipótesis de trabajo.

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Geroa Bai considera que su solicitud de nombrar un instructor y ampliar la investigación a Maya y Barcina debe ser aceptada porque no es entendible que el tribunal solo investigue a una persona: «no son las dietas de Barkos», por lo que la investigación, en opinión del partido de la presidenta, debería extenderse a todos los grupos y los concejales acogidos al sistema de dietas en todo este tiempo y a quienes validaron esas dietas que fueron los alcaldes de UPN.

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Koldo Martínez se lía

Koldo Martínez denunció una campaña para «intentar cargarse a la presidenta» porque “han salido a luz casos como el de UAGN y la planta de biogás de Ultzama alrededor de los cuales o dentro de los cuales está Esparza«. Al mismo, tiempo, sin embargo, el propio Koldo Martínez declaró que esa supuesta campaña «estaba siendo preparada desde hace mucho». ¿En qué quedamos entonces, don Koldo? En realidad, da la impresión de que es justo al contrario de lo insinuado por Martínez y son las informaciones sobre UAGN y la planta de biogás las que intentan tapar con escaso éxito el caso Barcos. Si Esparza además tiene algo que responder respecto a esto, pues llegado el momento ya lo veremos.

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No es el sistema de dietas, es el caso Barcos

Que el sistema de pagar las dietas en el Ayuntamiento de Pamplona era un coladero lo sabe todo el mundo. Todo el mundo sabe también que nadie protestaba por ese sistema y que todos los concejales liberados de todos los partidos cobraban el máximo posible a base de declarar “reuniones de grupo” con sus compañeros de partido, reuniones de las que no existían soporte documental objetivo alguno y que ni se sabe si existieron.

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Dicho esto, una cosa es que con este sistema fuera fácil cobrar por reuniones inventadas y otra muy distinta que, aprovechándose de esa facilidad, alguien efectivamente lo hiciera. El sistema, por malo que fuera, evidentemente no obligaba a nadie a inventarse reuniones para cobrar más. Si aprovechándose de la debilidad del sistema alguien se inventaba reuniones para cobrar más era exclusivamente su responsabilidad.

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El problema de Barcos

Como hemos señalado en multitud de ocasiones, el problema de la actual presidenta es que pasaba tanto tiempo en Madrid que en su caso particular puede que las reuniones de grupo que declaraba en Pamplona fueran incompatibles con el número de días que se pasaba en la capital. En virtud del absurdo sistema de dietas del Ayuntamiento, no había que probar las reuniones que se declaraban sino que ahora habría que probar que no se realizaban las reuniones para poder reclamar la devolución de lo cobrado. En el caso del resto de concejales, seguramente es imposible verificar si las reuniones declaradas eran compatibles o no con su agenda, pero en el caso de Barcos es posible que sí se pueda. Es justo eso lo que el Tribunal de Cuentas está verificando. No se comprueban las declaraciones de los demás, porque no hay manera de comprobarlas. Y da la impresión de que Geroa Bai no las tiene todas consigo puesto que, en la rueda de prensa de ayer, después de meses y meses de silencio y desprecio, ella misma abrió la puerta al «hipotético caso» de que se pudiera dar una resolución contra Barcos.

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Barcos es inocente hasta que se demuestre lo contrario

A nadie le pasa inadvertido que el caso Barcos está lleno de cuestiones inquietantes. Desde el abultado número de reuniones declaradas al hecho de que Barcos ni siquiera firmara ella misma las declaraciones de las reuniones a las que decía haber asistido. Así y todo, la presidenta es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Habrá que esperar a que el Tribunal se pronuncie. El Tribunal, por otro lado, sólo juzga el cobro de dietas. Que el Tribunal dicte una resolución favorable a Barcos no hará buena la pésima política de Barcos al frente del gobierno. Para ser precisos, una resolución favorable a Barcos tampoco probaría que Barcos fuera inocente, sino que en tal caso no se habría podido demostrar que es culpable. Ahora bien, si el Tribunal determina que la presidenta cobró indebidamente, en tal caso Uxue Barcos será un cadáver político.

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