Por unos instantes hubo quien pensó que este gobierno no era tan malo, ya que al final pareció que no les iba a subir el diésel a los pobres. Además había bajado al fin el IVA a las mascarillas, aunque no a todas. Y sólo ahora, tras meses y meses cobrando porque sí. Y mintiéndonos al decirnos que no las podía bajar. Y volviendo a mentir al no eliminar totalmente el IVA y dejarlo en el 4%, tras haber dicho que no quería bajarlo al 4% porque quería bajarlo más. Pero poco ha durado la alegría por el diésel o el IVA de una parte de las mascarillas. Ahora aparece Abalos y nos dice que la democracia, la paz, el planeta y el feminismo exigen poner peajes en las carreteras. El que esté en contra es un enemigo de la democracia, la paz, el planeta y las mujeres.
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Cabría preguntar dónde están ahora las protestas de todos esos que bramaban contra el copago o los peajes en la sombra. ¿Y esto qué es? ¿No es copago? ¿No es peaje por estar el peaje a la luz?
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Desde luego también cabría preguntarse para qué sirven los salvajes impuestos que ya pagamos. Pensábamos que para pagar las carreteras, pero al parecer no. Las autopistas eran muy malas porque tenían peajes. Los peajes eran elitistas e insolidarios. Era mejor que hubiera autovías “gratuitas”, o sea pagadas con los impuestos. Ahora vamos a un sistema en que pagamos las carreteras con los impuestos y además tenemos peajes. Nuestros gobernantes bienamados se las han apañado para tener lo peor de los dos posibles modelos.
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Otra pregunta pertinente es y para cuándo los peajes sanitarios y educativos. O sea, si hay que pagar un peaje además de los impuestos para usar las carreteras, ¿cuál es la lógica que impide tener que pagar un peaje educativo para usar los colegios o un peaje sanitario para usar los hospitales? Por otro lado los peajes en las carreteras ya son un peaje sanitario y educativo. Es decir, ¿por qué no hay dinero para carreteras? ¿Acaso el motivo no es que después de gastar el dinero en sanidad y educación ya no queda dinero para carreteras? Entonces, ¿cuál es la diferencia entre gastar el dinero necesario en carreteras y poner peajes para pagar los hospitales y los colegios? ¿Acaso el orden de los factores altera el producto?
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Naturalmente en lo que están pensando nuestros políticos de progreso es en subirnos aún más los impuestos, no en bajarse los sueldos, no en cerrar sus televisiones, no en reducir ministerios, no en priorizar el gasto, no en racionalizar la administración, no en recortar el número de asesores, amigos y familiares, no en reducir la brecha salarial de los funcionarios, no en cerrar embajadas y agencias espaciales autonómicas, no en tener subvencionados y somatizados a tantos votantes como el resto de votantes y sus impuestos puedan pagar. Con todo el dinero que Abalos se cree que nos sobra se piensa que podemos pagar peajes en las carreteras. Después se sorprenderá de que se estrangule la economía. Y aún se creerá que le van a salir las cuentas estrangulando a la economía. ¿No pueden gestionar mejor el presupuesto que tienen? ¿No pueden recortar gastos? ¿Saben hacer algo que no sea siempre subirnos los impuestos? ¿Cuál es entonces la diferencia entre tener al frente del gobierno a unos buenos gestores o a unos melones?
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Por supuesto todo esto es un recorte, da igual cómo lo llamen. Subir impuestos es recortar salarios. Que nos digan que este gobierno nos va a sacar de la crisis sin hacer recortes mientras recorta los sueldos.
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