El año pasado los nuevos estatutos del club dedicaron un artículo a la promoción del vascuence, en virtud del cual se determinó que “las lenguas propias del CLUB ATLÉTICO OSASUNA son el Castellano y el Euskera”, y que serían ambas “de utilización normal en todas las actividades del club: comunicaciones internas, externas,…primando el uso del bilingüismo”. Naturalmente también se estableció que si algún trabajador solicita el aprendizaje del euskera, el club tendrá la obligación de facilitar dicho aprendizaje pagando las clases a dicho trabajador. Más aún, se fijó estatutariamente que el conocimiento del vascuence “se tendrá en cuenta en la contratación de los empleados del club, quedando exento de ello los trabajadores del área deportiva: jugadores del primer y segundo equipo”. Es decir, que los estatutos priorizan la contratación de empleados vascoparlantes y discriminan a los castellanoparlantes, salvo que hablemos de jugadores, al punto que según la literalidad estatutaria podría hasta excluirse por la vía de los hechos a los castellanoparlantes. A la hora de financiar el alquiler del Sadar a Osasuna o su rescate, sin embargo, ahí no existe ninguna discriminación contra el dinero de los castellanoparlantes.
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El caso es que en el marco de esta política de normalización del vascuence en todas las comunicaciones de Osasuna, que mientras se basara en la libertad y la no discriminación no sería ni mala ni buena (su propio nombre es vasco y no pasa nada), una de las consecuencias fue el desdoblamiento de la cuenta en Twitter de modo que hubiera una cuenta en español y otra en vascuence. De esto hace ya dos meses y medio por lo que resulta posible comparar el seguimiento que ha tenido la cuenta en vascuence con el que tiene la cuenta en español. El resultado es que la cuenta de Osasuna en español tiene 215.000 seguidores y la cuenta en vascuence 1.401.
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Más allá del hecho anecdótico, da la impresión de que en la sociedad civil hay una demanda de vascuence y un uso de esta lengua que no tiene nada que ver con con la que se establece y se impone desde el gobierno y las administraciones públicas. De hecho esto mismo quedaba bastante reflejado en la propia cuenta del Gobierno de Navarra, que acabó cerrando la cuenta en vascuence y convirtiendo la cuenta en español en bilingüe, para que nadie pudiera realizar este tipo de maliciosas comparativas entre el seguimiento popular de ambas cuentas. Seguimos apostando, por cierto, que será lo que le suceda también a la cuenta de Osasuna.
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4 respuestas
Aviados estamos si todas las informaciones de Navarra Confidencial son tan rigurosas como esta.
Al margen de que pueda tener más o menos demanda, no puede obviarse el hecho de que la cuenta en castellano se abrió en agosto de 2010, y la de euskera en febrero de este mismo año.
Pequeño detalle.
Amo el vascuence y lo conozco bien, aunque no lo hable, pero no me gustan las presiones e imposiciones.
A raíz de esta vuelta de tuerca a la euskadunización de Osasuna, di de baja de la Fundación a los cuatro nietos que eran socios infantiles o juveniles.
¡Aupa Osasuna!
Pues nada, Javier, hagamos un ejercicio de proporcionalidad. Suponiendo que la cuenta en euskera se crea a la vez que la de castellano, aquella habría tenido unos 42.000 visitantes, o sea casi 10 veces menos que la de castellano. Con rigor o sin rigor, todo un euskoéxito.
No me parece un mal dato, señor De Navarra.