El Gobierno anunció ayer un acuerdo para subir progresivamente el salario mínimo de los 707 hasta los 850 euros en 2020. El salario mínimo crecerá un 4% en 2018, un 5% en 2019 y un 10% en 2020, siempre que la economía crezca cada año un 2,5% y se generen 450.000 puestos de trabajo, también cada año. La decisión de llevar a cabo esta subida ha sido consensuada por el gobierno con los agentes sociales, de modo el acuerdo ha sido rubricado en un acto en Moncloa en el que han participado el presidente del gobierno, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, los secretarios generales de CCOO y UGT y los presidentes de CEOE y Cepyme.
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Pues qué bien, ¿no?
A primera vista que se anuncie una subida del salario mínimo parece una buena noticia para todo el mundo y más para las personas con salarios bajos. No obstante, resulta cuestionable que subir por decreto el salario mínimo redunde realmente en una mejora efectiva de las condiciones laborales de los trabajadores. Para hablar de los salarios sostenibles en el mundo real hay que señalar, como mínimo, dos de los factores que determinan de manera fundamental los niveles de empleo y la cuantía de los salarios, dos parámetros por otro lado totalmente relacionados.
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Lo que no se produce no se puede cobrar
A la hora de determinar la cuantía de un salario resultan escasamente valorables factores como la maldad o la bondad, ya sea de los trabajadores o de los empresarios. Los límites objetivos de un salario tienen que ver más bien con uno de estos dos elementos.
En primer lugar la productividad. Si una persona puede recoger 10 cocos que se venden a 1 euros en el mercado, su tope salarial es 10 euros. No se le pueden pagar más de 10 euros por recoger cocos.
En segundo lugar la oferta laboral. Si una persona está dispuesta a recoger 10 cocos por 9 euros, es difícil que realmente alguien se los pague si hay otra persona que está dispuesta a recogerlos por 8 euros.
Un tercer elemento relevante que también podría señalarse tiene que ver con la formación. Es posible que casi cualquiera pueda recoger cocos, pero para pilotar un avión o hacer una cirugía se precisa una formación intensa y específica. Escaseando las personas con ese nivel de formación, contratar a un cirujano o un piloto exige del empleador salarios más altos.
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A más salario mínimo, más paro y peores condiciones laborales
Como todo el mundo sabe, en la CAV, Madrid o Navarra hay mucho menos paro y se cobran salarios más altos que en el resto de España. También todo el mundo sabe que no es lo mismo ganar 1.000 euros en Navarra que en Extremadura, donde el nivel de vida es mucho más bajo. Sin embargo, se da la paradoja de que el salario mínimo se establece para toda España, de modo que, comparativamente, el salario mínimo es mucho más bajo en Madrid, en la CAV o en Navarra que en Extremadura. Decimos que esto resulta paradójico porque, siendo comparativamente más bajo el salario mínimo en Navarra, la CAV o Madrid, resulta que son las comunidades donde los salarios son más elevados y el nivel de paro y pobreza más bajo. Da la impresión de que no termina de haber una relación entre subir el salario mínimo y mejorar los salarios y el paro. Es más, podría pensarse que la relación, de existir, es inversa.
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Se puede vivir sin salario mínimo
No nos referimos tanto, naturalmente, a que se pueda vivir cobrando menos de 707 euros, como a que se puede vivir sin que haya un salario mínimo fijado por el estado. No es una locura proponerlo. Ya hemos señalado que no hay una relación clara entre marcar un mínimo y que los niveles de salario y empleo mejoren. Pero es que además tenemos muchos ejemplos de países a los que no les va nada mál, y en los que no existe un salario mínimo fijado por el gobierno, por ejemplo Suecia, Noruega, Dinamarca o Finlandia. De lo que en cualquier caso tenemos que olvidarnos, a la vista de los hechos, es de la idea de que si el gobierno no marcara un salario mínimo de 707 euros ninguna empresa pagaría a sus trabajadores más de 707 euros. Afortunadamente poca gente cobra tan poco como el límite que marca el gobierno. Si las empresas con carácter general pagan más es forzadas por otros elementos que determinan el salario, como los antes citados.
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Beneficios multimillonarios para la empresa y salarios bajos para los empleados
Hace unas semanas se publicó una oferta de trabajo llamada Amazon Flex. En virtud de esta oferta, Amazon ofrecía a los interesados la posibilidad de convertirse en repartidores por un salario que podía llegar a 14 euros la hora. Naturalmente hubo quien se sintió escandalizado ante esta cifra. Amazón ganó 2.371 millones de dólares en 2016, ¿es justo que pague el trabajo de repartidor a 14 euros la hora? Para empezar, algo resolverá a los interesados esa oferta si la aceptan, o no habría suficientes interesados y Amazon tendría que subirla. Pero es que además parte del éxito de Amazon se basa en que el producto que ofrecen entregado en tu casa sea más barato. No pueden rebajar el precio y encima ponerlo en tu casa a un precio competitivo pagando salarios elevados a los mensajeros. La gente que se solidariza con el mensajero no compraría el producto en Amazon si lo encontrara más barato en otro portal. Por otro lado, puede que Jeff Bezos cobre 71 millones de euros al año, pongamos, algo que podría cobrar cualquier repartidor de Amazon si hubiera sido él quien fundara Amazon, pero los otros 2.300 millones seguramente no se los queda Jeff Bezos. Es dinero que se reinvierte en el desarrollo de la empresa o se paga a los accionistas. Si Amazon repartiera esos 2.300 millones entre los accionistas, que no es el caso, resultaría que el beneficio representa un 0,47% del capital de los accionistas. En realidad, ser accionista y propietario de Amazon tampoco parece que esté muy bien pagado en este momento. Esto que aplicamos a Amazon como ejemplo seguramente sería de aplicación a muchas otras empresas con beneficios aparentemente estratosféricos.
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Relación salario y paro
El problema de empezar a subir el salario mínimo es que haya empleos que dejen de ser rentables para el contratador. En ese caso a lo que fuerza el gobierno no es a que se le suba a una persona el salario sino a que se la despida o se pase a la economía sumergida. Como además esta subida salarial viene impuesta por el gobierno y no por la oferta laboral, la persona que se quede sin empleo no encontrará otro. A estas alturas de lo explicado seguramente es ya posible entender que efectivamente hay una relación entre paro y salario y que resulta muy difícil que los salarios suban habiendo muchas personas en situación de desempleo, que los salarios suben cuando empiezan a escasear los trabajadores para un puesto y que, si se fuerza la subida de los salarios, el resultado puede ser más desempleo. En este sentido, al menos, parece prudente la decisión del gobierno y los agentes sociales de supeditar la subida del SMI a unos determinados niveles de crecimiento y creación de empleo.
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Subir el SMI como medida populista
¿Para qué sirve seguro subir el SMI? Para mejorar realmente las condiciones laborales y los niveles de empleo ya hemos visto que puede ser cuestionable. De hecho, la defensa de la tesis de que se podría suprimir el salario mínimo tiene como objeto que a medio plazo se crearía más empleo y subirían los salarios. Eso sí, el efecto que probablemente tiene asegurado el político que aumenta el SMI, o el que busca al menos, es hacerse más popular y subir algunos puntos en las encuestas. Pensando mal, podríamos preguntarnos si no es precisamente esto lo que en el fondo se busca cuando se introduce el propio concepto de SMI.
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3 respuestas
Al hilo de esta noticia, es curiosa esta otra de hoy mismo de Japón. El gobierno nipón ha pedido a los empresarios que suban los salarios un 3%. Los sindicatos han dicho que no, que no es el momento de hacerlo y que lo prioritario ahora es mejorar la productividad y consolidar el empleo.
Los países sin salario mínimo, Austria, Noruega, Islandia, Suecia, Finlandia y Dinamarca (esta con despido prácticamente libre) suelen tener menos paro y mejores sueldos. Por el contrario Venezuela, que ha subido el salario mínimo 41 veces desde que lo implantó, ahora lo tiene en 12 dólares mensuales.
Por otro lado, si se obliga a pagar un salario mínimo, ¿por qué no se obliga a rendir un mínimo de productividad a quienes lo perciben?.
Aparte del SMI, el Gobierno no tiene potestad para subir los salarios ¡qué mas quisiera!, pero lo que sí puede hacer es bajar los impuestos que, a fin de cuentas, tiene el mismo efecto en los bolsillos que una subida salarial, pero claro, eso sería renunciar a parte de su poder para dárselo a los ciudadanos, y eso no les interesa. Así que, Sres. gobernantes, déjense de medidas populistas y de buscar el aplauso fácil y clientelismo del votante. Al menos a algunos no nos engañan.