De todos los españoles de ambos bandos, probablemente fueron los religiosos quienes fueron perseguidos y masacrados con más saña. Una persecución que ya empezó antes de la guerra. Con 7.000 asesinados (unas 50 veces el número de muertos en el bombardeo de Guernica), probablemente no hay otro sector de la sociedad más represaliado en relación a su tamaño. Evidentemente, su intento de exterminio no hizo a la Iglesia española muy partidaria del bando republicano. 498 de ellos serán beatificados en Roma el próximo día 28.