Las peñas que conforman la Federación de Peñas ya han presentado sus pancartas, lo que a riesgo de acabar constituyendo una matraca reiterativa merece algún comentario. Que el análisis de las pancartas pueda acabar convertido en una matraca reiterativa, por lo demás, resulta un riesgo difícilmente evitable cuando los contenidos de las propias pancartas llevan décadas constituyendo una matraca reiterativa. Pero podríamos encontrar alguna excepción esperanzadora y siempre es posible encontrar pese a todo alguna circunstancia reseñable de actualidad o novedosa.
X
Desde luego las ikurriñas y los presos de ETA vuelven a ser elementos casi omnipresentes. Cuando aparece la bandera de Navarra es la ikurriñizada, la del tres en raya. Por supuesto tampoco este año aparece ni de broma una bandera española, ni en el hombro de algún policía represaliando a la esforzada txabalería abertzale. El esperpento llega al punto de que si aparece representada en una pancarta la fachada del Ayuntamiento, se tapa la bandera de España, como en la pancarta de Donibane. La pregunta, no obstante, es si este será el ultimo año sin mapitas de presos, habida cuenta que Pedro Sánchez, el príncipe dela concordia, ya se los ha levado a casi todos a su etxea.
X
Muchas ikurriñas y pocas mascarilllas. Parece que las peñas han desterrado ya las mascarillas de nuestras vidas, lo cual tampoco está mal, pero apenas se reconoce a la federación que en febrero ya decidió que en julio íbamos a estar todos confinados o arrasados por la enésima ola de contagios. No aparece ni una mascarilla en las pancartas casi el mismo día que nos dicen que habrá multas de 100 euros por no llevar mascarilla en las aglomeraciones al aire libre. Hablando de mascarillas, dos años con decenas de pancartas y ni una criticando a un gobierno que se pasó meses recomendando no usar mascarilla, o recomendando hacer vida social, laboral y familiar normal después de haber estado con un contagiado. Haga lo que haga nada hay tan cómodo para un gobierno progresista como una buena federación de peñas sanfermineras, leal, sumisa y acrítica. Si alguien espera alguna critica política en las pancartas tendrá que ser a Maya, al emérito o a Diaz Ayuso.
X
x
Si acaso una pequeña critica a Chivite se encuentra en la pancarta de El Txarko, por hundir con su exceso de celo confinador al pequeño comercio y la hostelería. Chivite nos ha tenido sometidos a los navarros a uno de los confinamientos más restrictivos de España, por cierto con uno de los peores resultados. Si no fuera por el Tribunal Superior de Justicia de Navarra quizá todavía Chivite nos tendría sometidos a toque de queda, pero de todo esto nadie espere una crítica en las pancartas. Tampoco es cuestión de lanzarse tanto que parezca que se le está dando la razón a Ayuso. A ver cuantos Sanfermines más tenemos que esperar a otra critica leve a un gobierno de izquierdas.
X
Llamativo que algunas peñas reprochen ahora que el programa diseñado para los no Sanfermines sea una sosez, cuando fueron las primeras en exigir su total cancelación allá por febrero, siguiendo sumisamente las profecías de la vidente Chivite, ¿y ahora querrían más? Obviamente no podemos esperar una pancarta autocriticando la sumisión y el seguidismo de las peñas en esta cuestión, pero sólo falta que encima se pongan estupendas con el ajedrez.
X
Por lo visto debe existir una clara consigna en la Federación de Peñas para meter como sea a Palestina en las pancartas, obviamente no por el lanzamiento de misiles de Hamas contra las ciudades israelíes. La pregunta es quién lanza esas consignas, que muchas de ellas obedecen. ¿Es todo en todas las pancartas resultado de unas consignas generales o particulares que simplemente se nota más con la matraca de palestina? Por cierto en uno de los mapas desaparece por completoIsrael. No diremos que es un delito de odio, apología del genocidio o antisemitismo porque la paranoia censora, en este caso, no tiene doble carril, pero igual era para mirárselo. Si no de odio, sería en todo caso un delito de ignorancia, ya que se equipara Palestina a todo el actual territorio de Israel. O sea, incluso asumiendo la desaparición de Israel no todo su territorio pasaría a ser Palestina, salvo que en vez de volver a las fronteras de 1948 o a las de las guerras árabe-israelíes nos inventáramos unas nuevas.
x
La mejor pancarta con diferencia este año es la de Oberena. No solo omite los prescindibles peajes abertzales de casi todas las demás sino que tiene gracia, algo muy poco común. En una hipotética competición la pondríamos por encima de la pancarta de Oroz para Iirrintzi, la cual no obstante a su vez está bastante por encima del resto, sobre todo por deméritos del resto, acaso con la excepción también de la peña San Fermín.
x
x
Aparte de las presencias en las pancartas resultan muy llamativas las ausencias. No hay crespones negros ni un recuerdo a los más de 1.000 navarros fallecidos durante la pandemia. No muertos, no problemas para el gobierno.
X