Las explicaciones de Ainhoa Aznárez sobre el coche oficial, ¿seguridad o privilegio?

Ainhoa Aznárez por fin ha dado alguna explicación sobre el uso privado del coche oficial para llevarla a ella y a su marido de vacaciones,

Teóricamente, Ainhoa Aznárez renunció al coche oficial y la escolta en el momento de tomar posesión de su cargo como presidenta del Parlamento. Presumió de ello en su momento puesto que el coche y la escolta eran supuestamente dos de los distintivos de la casta. A los auténticos representantes de “la gente” no les pega la gente y la gente de progreso va a los sitios en bici o en transporte público. Teóricamente.

El Código Ético de Podemos, de hecho, determina que «las personas titulares de altos cargos renunciarán a la asignación de vehículo oficial de carácter permanente, excepto cuando los cuerpos de seguridad del Estado así lo recomienden expresamente por razones de protección personal». Este código ético añade que «En cualquier otro caso, el uso de vehículos oficiales sólo podrá hacerse cuando sea imprescindible para el servicio público, en la forma y condiciones similares a las del resto del personal y en ningún caso se utilizarán para desplazarse al domicilio propio o familiar u otros usos no vinculados con lo estrictamente necesario para el ejercicio de las funciones públicas. En lo posible darán ejemplo con el uso de medios de transporte colectivo u otros medios de transporte respetuosos con el medio ambiente».

Pues bien, la Presidencia del Parlamento ha manifestado mediante una nota de prensa que Aznárez «cumple rigurosamente» con el Código Ético de Podemos.

¿Cómo se compadece esto con que la presidenta pida el coche oficial en agosto para llevarla a ella ya su marido al aeropuerto de Bilbao para irse de vaciones?

Según la nota de Presidencia, «circunstancias como las ocurridas el 9 de agosto de 2015 en Berriozar, a donde se desplazó sin coche y sin seguridad, hicieron que desde la Policía Foral se le indicara la necesidad de tomar algún tipo de medida, en las que a partir de entonces se encuadran los distintos desplazamientos que realiza la presidenta y para lo que es aconsejada por la Policía Foral e Interior».

La circunstancia sucedida en Berriozar, a la que se refiere la nota, es que en un acto de homenaje al subteniente Francisco Casanova fue increpada por algún asistente.

Es decir, que el temor a la gente que asiste a los homenajes de las víctimas de ETA provoca que, cuando la presidenta del Parlamento y su marido tienen que ir a Bilbao a tomar una avión para irse de vaciones, necesiten un coche oficial. Curiosamente no tanto una escolta de seguridad como sólo un coche oficial. Podemos imaginar la conversación de Aznárez con la consejera Beaumont.

-Oye, ¿tú crees que debería pedir el coche oficial para llevarme al aeropuerto de Bilbao y para que me recoja?

-Creo que es absolutamente im-pres-cin-di-ble que lo pidas, Ainhoa. O vas con chófer y coche oficial o te juegas la vida. No digas que no está avisada.

-Pero es que el código ético…

-Mira, no te pongas pesada o te obligo a usar el helicóptero.

-Pues qué putada. Con lo feliz que sería yo yendo en autobús ecológico, o a dedo, o en un coche alquilado, o pagando el parking del aeropuerto durante una semana hasta que volvamos. Qué faena tener que usar un chófer oficial que me lleve y me recoja por la cara como un taxi particular. Pero si me lo exigen la ética, la gente y hasta la Policía Foral…

-Nada, nada, te lo exigimos, te lo exigimos.

El caso es que, incluso comprando la versión de Ainhoa Aznárez, caen por el suelo con carácter general los argumentos de Podemos para renunciar al coche oficial y la escolta. Si a Ainhoa Aznárez le pueden increpar por la calle, como a los de la casta, es que la presidenta del Parlamento no es gente. Y si admitimos que cualquier representante público conocido se puede encontrar con un energúmeno, entonces la misma necesidad o más de coche y escolta tenían los políticos a los que Aznárez y el resto de podemitas les afeaban el coche oficial o la escolta. A fin de cuentas Podemos y sus socios, no digamos ya la ETA, son bastante responsables de hacer necesaria la escolta que luego reprochaban. Si al final vamos a llegar a la conclusión de que los coches oficiales y las escoltas tenían una lógica, lo que a lo mejor no la tenía era el discurso demagógico de Podemos.

Una de las primeras medidas que tomó el nuevo gobierno del cambio fue precisamente eliminar algunos servicios de escolta, como el de Jaime Ignacio del Burgo. A la vista de lo sucedido este fin de semana, sin embargo, cabe preguntarse qué pasaría si a Jaime Ignacio del Burgo le da por tomarse un café en Alsasua. Según la Policía Foral de Beaumont-Bildu, Aznárez necesita un coche oficial por seguridad, aunque sin seguridad (sólo chófer), que la lleve y la recoja en el aeropuerto de Bilbao para irse de vacaciones, pero Jaime Ignacio del Burgo puede ir sin seguridad a tomarse un café a Alsasua. O a lo mejor es que se supone que hay una lista de sitios de Navarra a la que del Burgo no puede ir sin escolta. En concreto allí donde se produzca una especial concentración de demócratas y hombres de paz. A los sitios donde hay tanto defensor de la libertad y la paz mejor que no vaya nadie de la Guardia Civil, ni del PP, ni de UPN, ni del PSN, ni del PNV, ni tampoco sus mujeres, no sea que se emborrachen, se pongan a importunar a 50 demócratas y reciban una paliza que les mande al hospital.

.

Laura Pérez, la contratada ilegal en el concejo que preside su madre y vicepreside su padre, salió ayer en defensa de su compañera declarando que a Podemos le «consta» que el uso del coche oficial de la presidenta «no es permanente, sino para determinadas situaciones». Vamos, que hay veces que no lo usa.

Es curioso que el Código Etico de Podemos, como hemos visto, establezca que “el uso de vehículos oficiales sólo podrá hacerse cuando sea imprescindible para el servicio público, en la forma y condiciones similares a las del resto del personal y en ningún caso se utilizarán para desplazarse al domicilio propio o familiar u otros usos no vinculados con lo estrictamente necesario para el ejercicio de las funciones públicas”. De algún modo Laura Pérez le ha dado completamente la vuelta a lo que dice el código ético. Es decir, que lo normal es que Ainhoa Aznárez no use normalmente el coche oficial para las funciones propias de su cargo público sino sólo para casos excepcionales, como por ejemplo cuando se va de vacaciones.

Por cierto, Ainhoa Aznárez ha dado explicaciones mediante nota de prensa. Es decir, podemos establecer una jerarquía en la que primero estaría la comparecencia en rueda de prensa ante los medios, dando la cara y respondiendo a las preguntas; a continuación, en un peldaño inferior, vendría el plasma, y abajo del todo estaría tratar de despachar el asunto con una mera nota de prensa.

De verdad que queremos mantener la fe en ellos, pero a veces parece que los líderes de Podemos, con sus contrataciones ilegales, la gente que desahucian cuando son ellos los dueños de un piso, o el chófer que les lleva de vacaciones en castamóvil, le están tomando el pelo a la gente. Y nos atrevemos a decir más no sea que nos llamen ultras, franquistas, cuneteros o logopedas.

.

.

 Cargando ...