A veces los medios estamos sólo para señalar lo obvio. A veces para ni eso. En este caso, la obviedad que nos ocupa es que hace 18 días que terminó el estado de alarma. Ese estado de alarma que, pese a los intentos de una buena parte de los gobiernos autonómicos, acabó con el toque de queda o con los confinamientos perimetrales, aunque no con todos los recortes a nuestros derechos.
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Si nos remontamos a hace 18 días, con lo que nos encontraríamos es con el discurso de muchas instituciones y medios advirtiendo de la llegada de un apocalipsis sanitario a causa del levantamiento de las salvajes restricciones a las que muchas personas ya se habían acostumbrado. Sin estado de alarma, toques de queda, confinamientos perimetrales y estado policial los contagios se dispararían, vendrían una quinta y una sexta ola, los hospitales colapsarían y las muertes se multiplicarían. No sólo eso, la policía carecería de medios para impedir las fiestas, los botellones, los saqueos, las violaciones y las venideras oleadas de asesinatos. 18 días después no queremos dejar de señalar que nada de eso ha pasado y que, por tanto, el deseo de seguir teniéndonos enclaustrados y con nuestros derechos atropellados estaba totalmente injustificado.
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Por el contrario, resulta bastante significativo comparar las cifras de hoy con las del fin del estado de alarma, hace 18 días.
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Hace 18 días, la incidencia acumulada era de 188 casos por 100mil. Ahora es de 126.
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En el caso de Navarra, por ejemplo, en donde el toque de queda pretendido por el gobierno foral tuvo que ser impedido por los tribunales, la incidencia ha pasado de 269 a 134.
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Si en lo que nos fijamos es en el número de muertos, en el conjunto de España han pasado de los 194 en los últimos 7 días a 144. En Navarra han pasado de 6 a 0.
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Por lo que se refiere a la ocupación hospitalaria, en el conjunto de España se ha pasado de un 21,4% de ocupación UCI a un 15,3%. En Navarra se ha pasado de un 21,1% a un 9% de ocupación.
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Por si fuera poco el 10 de mayo, recién terminado el estado de alarma, en el conjunto de España había 612 ingresos hospitalarios COVID y 348 altas. Según los datos publicados ayer los ingresos fueron 512 y las altas 728. En Navarra se ha pasado de 10 ingresos y 2 altas a 4 ingresos y 11 altas. Los hospitales y las UCI se van vaciando.
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Desde luego no nos atrevemos a pronosticar lo que sucederá dentro de otros 18 días, pero de momento parece que todos los males anunciados no han ocurrido. Tampoco la policía se ha visto desbordada ni hordas descontroladas han arrasado las ciudades. Con los poderes habituales la policía parece que tiene de sobra. Ninguna de las restricciones que se nos intentaban extender estaban justificadas. Ahora parece obvio, pero interesa señalarlo en primer lugar porque seguimos todavía bajo diversas limitaciones en nuestros derechos, en segundo lugar porque tendemos a olvidar por completo no ya lo que pasó hace 18 días, sino lo sucedido hace más de 24 horas, y en tercer lugar porque los que intentaban extender injustificadamente las restricciones son los que siguen a los mandos del aparato. O sea, los mismos que en mayo de 2019 todavía seguían desaconsejando las mascarillas y son ahora los linchadores de Bosé, o los que se niegan a levantar cualquier restricción pese a la forma en que van evolucionando los acontecimientos. Como para fiarse de los gobiernos. Como para dejar de estar vigilantes respecto a ellos. La pregunta es si realmente es que no ven que las cosas están cambiando o que realmente le han cogido el gusto a tener ellos superpoderes y nosotros infraderechos.
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