139 muertos en Nicaragua, pero a Podemos Ahal Dugu. I-E y Bildu les parece una pena proporcionada

El Parlamento de Navarra, en su infatigable e ingrata labor de vigilante mundial ignorado por el mundo, aprobó la semana pasada una declaración institucional condenando la represión del gobierno sandinista de Nicaragua, un país que cae en picado hacia una repetición del modelo venzolano.

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Concretamente, la Junta de Portavoces aprobó la siguiente declaración institucional, aunque eso sí con la abstención de Bildu, Laura Pérez -Ahal Dugu e Izquierda-Ezkerra:

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“EI Parlamento de Navarra condena esta represión ilegítima, exige justicia para las víctimas y sus familiares e insta al gobierno sandinista del presidente Ortega a respetar los derechos humanos de sus ciudadanos”.

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El resultado de la votación resulta un tanto extraño porque los mismos que hablan de desproporción en Alsasua, por penas máximas de 3 años por delito (aunque acumuladas por la pluralidad delitos), o que se solidarizan con un rapero que pide cometer atentados, no condenan en cambio la represión salvaje de la izquierda comunista, corrupta y hasta pederasta en Nicaragua. 139 manifestantes muertos por la policía sandinista está bien, está proporcionado, o por lo menos no es motivo suficiente para una condena. Hasta para la habitual doble vara de nuestra izquierda esto se sale del mapa. Cuando se le toca a un etarra con el pétalo de una rosa parecen amantes de la libertad y escrupulosos defendores de los derechos humanos, pero es sólo cuando el pétalo de la rosa no lo esgrimía un gobierno afín. Cuando el gobierno es afín, puede amatrellar tranquilamente a la juventud hambrienta que sale a las calles a protestar contra los chavistas o sandinistas. Porque efectivamente, el comunismo es incompatible con la libertad y con tener el estómago lleno. 

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Por lo demás, cabe recordar que hasta hace cuatro días hemos tenido en Navarra un consejero de Educación que había sido guerrillero sandinista fusil en mano, en la revolución que llevó a Daniel Ortega al poder en su primer período. Lo que no había en su pasado era el robo de una crema en un hipermercado o algún otro motivo de peso que lo inhabilitara para el cargo.