El diario ABC publicaba ayer una noticia bonita, llena de datos retratadores. Para empezar, el titular ya nos informa de la sorprendente e intolerable brecha de género que se aprecia entre los hombres y las mujeres que asesoran al gobierno de la igualdad, el feminismo y el progreso. Si se creen realmente su propio discurso respecto a la brecha de género, pueden empezar a luchar contra ella empezando por su propio equipo de asesores. Si por el contrario no se creen que realmente exista la brecha de género, entonces lo que tienen que hacer es cambiar el discurso. Lo que no se puede es mantener el discurso y tener una brecha de género incluso en el propio equipo de confianza. Malamente además se puede esperar que un gobierno vaya a acabar con la brecha de género de puertas para afuera si no es capaz de acabar con ella ni de puertas para adentro. Tampoco dice mucho que los miembros del gobierno se sientan cómodos con esta brecha de género de puertas para adentro.
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Otro de los datos deliciosos contenidos en este artículo es que CCOO se ha negado a firmar el III Plan para la Igualdad de Género en la Administración General del Estado denunciando que el gobierno “no respeta los criterios exigidos a las empresas” para atajar la brecha de género existente. En lugar de elaborar un informe con las retribuciones diferenciadas por género con sus correspondientes porcentajes, como se exige en la empresa privada, el sindicato lamenta que en la administración “se sustituye por un informe que oculta la brecha salarial, con un supuesto estudio que no se conoce”. Todo sabemos, por lo demás, la afición de este gobierno por los estudios opacos y los expertos secretos.
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Por otro lado, no deja de ser llamativo que se presente un tercer plan de igualdad de género, lo que pone de manifiesto que han existido un primer y un segundo plan de igualdad tras los que sigue habiendo desigualdad. Parece que estos planes de igualdad se parecen a los paraguas irrompibles de los chinos que hay que hay que ir tres o cuatro veces a cambiarlos porque se rompen.
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Hablando de asesores y expertos, la perla final es el dato de que en los Presupuestos Generales de 2021 el gobierno incluye 1.212 expertos y asesores de los que 114 sólo tienen el graduado escolar y sólo 668 son titulados superiores. ¿Cuál es la cualificación necesaria para ser “experto” o asesor en este gobierno? A la vista de los resultados, por otra parte, tampoco podemos sorprendernos demasiado del dato. Los de más confianza, ¿serán también casualmente los de menos estudios? Y eso de que a este gobierno le preocupa mucho la Educación, ¿cómo se compadece con que exija al personal tan escaso nivel educativo nada menos que para asesorar al gobierno?
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Un dato este de los expertos y asesores que por cierto viene al hilo de que la brecha de género alcanza los mayores niveles en toda la administración precisamente en este particular grupo, donde llega a los 15.000 euros entre los hombres y las mujeres. Cómo serán los sueldos en este grupo que ya sólo la brecha son 15.000 euros. Eso sí, a los incapaces les pagan bastante más que a las incapazas, aunque lo justo para el contribuyente en este caso sería igualar la brecha por abajo, o mejor por el paro.
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Un comentario
pues en los tiempos que corren.. ya es difícil encontrar a gente en edad laboral «solo» con el graduado escolar.. es difícil precisamente para cargos teóricamente de servicio público.
Con los progres todo vale..