La Presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, acudía hace unos días en Barcelona a la Cumbre del Grupo Volkswagen y SEAT para el impulso de la movilidad eléctrica. En un tono orgulloso y triunfalista, pese a la zozobra que rodea toda la situación de Volkswagen-Landaben en Navarra, Chivite destacaba que la Comunidad Foral es líder en España en el despliegue de la movilidad eléctrica con un 19,5% de vehículos electrificados, y que Navarra es la comunidad con más peso de la industria en España, con un 31% del PIB industrial, con el sector de la automoción a la cabeza con un total de 120 empresas y 13.000 puestos de trabajo y una facturación anual de en torno a 6.500 millones de euros. Todo eso es por tanto lo que ahora con la Agenda 2030 va a peligrar.
La presidenta subrayó además la “inversión histórica” que está realizando la planta de Volkswagen en Navarra para electrificarse: “Gobierno y empresa coincidimos en el camino de la sostenibilidad, y de una industria fuerte y con empleo de calidad, valoramos muy positivamente la apuesta inversora y el ritmo al que se van desarrollando las obras”, ha indicado. De ese modo la Presidenta ha destacado que “Volkswagen es la empresa núcleo del sector, que tiene un efecto tractor para otras empresas de la nueva cadena de valor del vehículo eléctrico”. Ningún problema entonces. Todo va como una moto. Tranquilidad. Que nadie del mundo de la automoción deje de votar a Chivite o al cuatripartito por algún tipo de temor en el sector. Al contrario, Chivite es garantía de seguridad. ¿Lo es en realidad?
A veces resulta difícil advertir a la población o intentar hacer pasar la verdad a través de las barreras desde un humilde digital. El problema a menudo no es sin embargo el cuasi monopolio mediático del poder, sino la propia cerrazón de muchas personas a querer enfrentarse a la crudeza de la verdad. Amparado en ambos factores, lo cierto es que el poder tampoco disimula a veces demasiado sus intenciones finales. No siente esa necesidad. No le preocupa mucho la reacción de la población. Más que nada no pìensa que vaya a haber ninguna reacción teniendo tanto control de la situación. De este modo el Foro Económico Mundial imparte instrucciones desde Davos cuya trasposición a los gobiernos nacionales no es ninguna teoría conspiranoica, sino una evidencia fácil de comprobar. Mientras Chivite alardea de la fortaleza del sector de la automoción y los trabajadores de Landaben votan a los partidos agendistas con fiel devoción, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico hace tiempo que ha publicado los planes reales para el sector. En la gráfica que podemos observar, de los 15 coches de bloque 1 y del bloque 2, pasamos a sólo 2 coches en el bloque 3, el bloque final, el bloque objetivo al que como meta el gobierno nos quiere llevar. Respecto a 15 coches, 2 coches es un 13%, por si alguien no lo ha notado. Lo que se pretende es una reducción deliberada del parque automovilístico del 87%. No quieren que tengas un coche eléctrico, quieren que no tengas coche. Esto no es casualidad, es coherente con lo publicado por el Foro Económico Mundial. ¿Alguien del sector de la automoción que vota a partidos que siguen la Agenda 2030 se cree que se va a desmantelar el 87% del sector sin consecuencias para él? Cuando Chivite nos dice que todo va bien, ¿alguien se cree que nos dice la verdad? La verdad por otra parte está ahí, otra cosa es que mucha gente no la quiera mirar.
