El Pleno del Parlamento de Navarra ha elegido a Adolfo Araiz, (EH Bildu) como nuevo vocal Secretario Segundo de la Mesa, cargo en el que sustituye a su compañero Mikel Zabaleta, tras la vacante generada por la renuncia de éste. Adolfo Araiz ha recabado 29 votos, fruto del respaldo de PSN, EH Bildu, Geroa Bai y Contigo-Zurekin, mientras que Ángel Ansa Echegaray, candidato alternativo presentado por UPN, ha obtenido 20 votos, que se corresponden con el apoyo de su grupo, más el de PPN y VOX. La nota del Parlamento de Navarra dice que con el apoyo del Grupo Mixto por no mencionar a VOX. O sea, que mientras Araiz se convierte en Secretario de la Mesa, al que se borra hasta de las notas de prensa es a VOX, lo que nos lleva al fondo de la cuestión.
¿Por qué Adolfo Araiz? Araiz es lo que sea menos renovación. Araiz fue diputado foral y miembro de la Mesa Nacional de la lilegalizada Herri Batasuna entre 1991 y 1997. Es decir, que Herri Batasuna era el brazo político de ETA (o ETA el brazo armado de Herri Batasuna) y ahí teníamos como miembro de la cúpula dirigente a Araiz. Mientras Araiz fue diputado foral de Batasuna y miembro de su cúpula, ETA asesinó a 132 personas, civiles y no civiles, hombres, mujeres, niños, vascos y no vascos, navarros y no navarros, de todas las edades y condiciones. ¿Cuántos de aquellos asesinatos condenó Araiz? ¿Los condena siquiera ahora? ¿Cómo llama hoy Araiz a aquellos asesinos, los llama asesinos o presos políticos? ¿Puede militar una persona decente en una formación que llama presos políticos a aquellos asesinos y que reclama su impunidad? ¿En qué momento Araiz celebró una detención o dijo una palabra contra un asesinato?
Más aún, aunque él lo niega Araiz estaba ahí cuando ETA decidió emprender una campaña de “socialización del sufrimiento” extendiendo aún más la acción de los atentados contra los civiles y los representantes políticos. Batasuna era una formación política con un grupo de pistoleros que mataban a los que les llevaban la contraria, y Araiz formaba parte de esa organización con dos brazos que asesinaba a sus contrarios. ¿Cómo puede formar parte del parlamento foral hoy en día este personaje y ser secretario de la mesa de la cámara? ¿Ignorando su pasado o dándolo por bueno?
La gran pregunta es por qué Araiz a estas alturas. En realidad la misma pregunta valdría para Otegui y seguramente la misma respuesta. Bildu podría elegir a muchas otras personas como líderes o como diputados, pero elije específicamente a personas como Otegui o como Araiz. No los elige a pesar de su pasado, sino precisamente por su pasado. Bildu quiere dejar fuera de toda duda su conexión umbilical con ETA-Batasuna y su no rechazo a todo aquel pasado y lo que ETA-Batasuna hizo en ese pasado. Desde este punto de vista la permanencia de un secuestrador como Otegui o de un histórico de Batasuna como Araiz no puede interpretarse sino como parte del titánico esfuerzo de Bildu por no dejarse blanquear por el PSOE. Lo que el PSOE nos dice todos los días es que Bildu es un partido impecablemente democrático y un socio honorable que rechaza a ETA y la violencia política, y lo que hace Bildu todos los días es tratar de evitar que lo tape toda esa pintura blanca y conservar sus esencias. Por eso Otegui y Araiz siguen en la foto fija de Bildu después de casi 40 años, para evidenciar que es el PSOE y no ellos los que han cambiado. Podrían volver a matar mañana si les pareciera conveniente, porque no han cambiado de moral sino sólo de estrategia. La prueba es que siguen sin llamar asesinos a los pistoleros de ETA, sin alegrarse de su condena y sin considerar justa su pena, cualquier pena. Por la misma razón se ve que quienes ahora se apoyan en Bildu para mantener el poder tampoco es que antes fueran muy morales sino que antes tenían una estrategia y ahora tienen otra, que es el gobierno a cualquier precio. Aquí nadie tenía moral en ese lado del muro sino estrategia.
