No son en absoluto cortinas de humo las cosas gravísimas que se suceden todos los días en la actualidad nacional, pero actúan como tales en la medida en que dejan en un segundo plano las cosas que poco a poco va perpetrando también el gobierno foral. De este modo, UPN denuncia el proyecto de Decreto foral de valoración de méritos para el acceso a la función pública que propone el Gobierno de Navarra, discriminando a la mayoría de los navarros y rompiendo la igualdad de oportunidades para acceder a un puesto de trabajo en el sector público. El proyecto de Decreto, señala UPN, “va a impedir de facto que miles de navarros que no hablan euskera o que, incluso hablándolo, no tienen la titulación, accedan a un puesto de funcionario, especialmente en el Servicio Navarro de Salud”. Concretamente, en buena parte de Navarra, se va a exigir o valorar el euskera, con puntuaciones además superiores a las que ha habido hasta ahora, en más del 80% de las plazas que se convoquen.
Resulta inevitable al atender a esta denuncia no ponerla en relación con algunas de las cosas que se han dicho en un reciente encuentro organizado por el Diario de Noticias sobre el euskera en Navarra, logos del Gobierno de Navarra y de la Agenda 2030 esponsorizando a tope. Una de las figuras de este evento, Peio Monteano, se preguntaba “cómo conseguir crear una demanda social en torno al euskera sin crear una imagen de imposición”, cómo conseguir eso sin que un sector de la población “se sienta discriminado”, y reconociendo que “por gusto van a ser muy pocos los que van a estudiar el idioma”.
Las reflexiones de Monteano resultan de lo más ilustrativas. No se trata de no imponer el euskera, sino de imponerlo sin dar la imagen de que se impone. No se trata de que los navarros que no hablan euskera no estén discriminados, sino de que no se sientan discriminados. Y sí se trata de no dejar el aprendizaje del euskera a la libertad de cada cual, porque por gusto no lo aprendería casi nadie.
El mensaje es atroz, pero la realidad es todavía más atroz, porque la política del nacionalismo y del Gobierno de Chivite, como del de Barkos, o la que se practica en todas y cada una de las localidades donde el nacionalismo vasco o gobierna o es determinante, es exactamente la que expone en toda su crudeza Monteano. O euskera o libertad. Imposición y discriminación aceptadas abiertamente por sus autores, pero sin que se note. La rana en el puchero. Cocido de navarro castellanoparlante, sin que el afectado se entere. Para que el dia que toque votar no se equivoque.
Un comentario
El día que entendamos porque la gente vota a partidos que exigen vascuence para todo aunque no tengan ni puta idea de vascuence empezaremos a ganar al nacionalismo. Creo que tiene que ver que durante las campañas electorales no se recuerda a los votantes el cachondeo que hay con las oposiciones. Yo vi personalmente como se descartaba a un candidato con el Proficiency de la Universidad de Cambridge recien obtenido y habiendo pasado varios años en UK frente a otrA que tenía el First pero el EGA para una plaza de surprise surprise! Yes! you cracked it! Profesor de Inglés para alumnos de último curso de Instituto. ¡Acojonado me quedé!