El deterioro de la seguridad en Pamplona es un hecho. Algunos medios lo reflejan, algunos sindicatos policiales lo denuncian y todos los ciudadanos lo perciben. Perciben tanto el deterioro como quién expone y quien niega la existencia de ese deterioro para poder afrontarlo y solucionarlo.
TODOS LOS DIAS PELEAS MULTITUDINARIAS EN EL CASCO VIEJO. TURNOS ENTEROS de @PamplonaIrunaPM PARA CONTROLAR A JOVENES MAGREBIES. #PAMPLONA EN COMA. @mavichina @SaizElma @PSOE no va a quedar NADA https://t.co/7C0MYHFOxb
— SIPNA (@Sipna_Navarra) February 18, 2025
En los últimos días resultan reveladoras las peleas multitudinarias que han tenido lugar en el casco viejo de Pamplona, entre grupos de marroquíes e hispanoamericanos. La pregunta del titular viene dada por el hecho de que no sólo ha habido varias peleas de este tipo de forma continuada, sino que además las han protagonizado aparentemente los mismos sujetos. Es decir, los autores de estos hechos vuelven a cometerlos una y otra vez porque gozan de absoluta impunidad.
…Y esta mañana continuó la pelea.
— Diario de Navarra (@DiariodeNavarra) February 18, 2025
Un detenido y presencia policial tras la segunda pelea en poco más de 12 horas en el Casco Viejo de Pamplona. https://t.co/gxnqVrKpbp
Nos enfrentamos por consiguiente a varios problemas acumulados. ¿Por cuál deberíamos preocuparnos menos? Primero la impunidad general de los delincuentes, nacionales o importados, que generan esta inseguridad. Segundo que buena parte de estos delincuentes son efectivamente delincuentes importados. Tercero que importamos delincuentes pero no los exportamos, todos los delincuentes importados acumulan antecedentes policiales como otros coleccionan gorras o cromos de futbolistas, sin que sean devueltos a sus países de origen. Cuarto que cada vez seguimos importando más delincuentes y en mayor cantidad, lo que significa que el problema no para de crecer y que además la policía tiene que dedicar todos sus recursos a grupos de delincuentes que acaparan toda su atención, pero que además al día siguiente vuelven a estar en la calle para seguir generando inseguridad y para seguir acaparando su atención. En quinto lugar podríamos añadir el total desprecio del problema o su negación por parte de los políticos en el gobierno que lo tendrían que enfrentar y solucionar. Es más, en cierta medida una buena parte de esos políticos parecen simpatizar con el delincuente.
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Está claro que tenemos un problema importante aunque incluso los problemas importantes se pueden solucionar, o al menos atenuar. Lo que no se puede esperar es que el problema vaya a solucionarse o dejar de crecer sin un cambio de dirección. Existen dos formas de que llegue ese cambio. O porque la ciudadanía imponga en las urnas un cambio, o porque los políticos al mando lleven a cabo un cambio precisamente para evitar que ese cambio llegue en las urnas y por temor a ese cambio. Siendo malpensados, sin embargo, podría pensarse que es justo lo contrario, que el aumento de la inseguridad a algunos políticos les parece un precio pequeño a cambio del voto inmigrante masivo que también les podría favorecer para evitar ese cambio.