Alguien que haya viajado desde España a los EEUU se habrá encontrado a menudo con una estampa curiosa, y es que allí a las casas antiguas les ponen una placa, las cuidan y las presentan como una reliquia histórica aunque estén construidas en el siglo XVII. Pero es que no tienen nada más antiguo. Su historia empieza entonces. Antes no tenían ni país, ni historia, ni casas. Naturalmente a un español le da la risa la devoción con la que los estadounidenses miman su patrimonio “histórico” de menos de 400 años, o a lo mejor los estadounidenses miran con pena y cierta razón el desprecio con el que a veces nosotros contemplamos nuestro patrimonio histórico milenario.
En el caso de Gallipienzo, la atalaya del Reino, resulta que este sábado 29 de junio, en la Iglesia de San Pedro, tendrá lugar a partir de las 12 horas una curiosa celebración de los 1.100 años de la localidad. La celebración incluirá una misa de acción de gracias en la que participará la Coral Nora de Sangüesa, a continuación un concierto y después un aperitivo.
A diferencia de los estadounidenses u otros valoramos quizá poco este tipo de aniversarios porque en nuestra tierra la historia y la antigüedad son bienes bastante abundantes. Qué pena que a veces haya que salir fuera de Navarra para entenderlo. De todos modos, incluso para nuestros propios términos, 1.100 años no son moco de pavo.
De todas formas, este evento es la continuación de varias actividades que las asociaciones de la localidad están llevando a cabo durante este año, y que concluirán con unas jornadas medievales a finales de Agosto.
Muchas felicidades a Gallipienzo.