En la nueva Navarra de progreso, cuya “riqueza” es cada día más la interculturalidad que la economía, se acumulan en el día a día las noticias sobre agresiones sexuales, robos y reyertas. De este modo, hoy tenemos sucesos para todos los gustos, empezando por un hombre violado por otro hombre en los baños de la nueva estación de autobuses. El sospechoso, que ya ha sido detenido, es un sujeto de origen argelino.
Detenido por una agresión sexual a otro varón en la estación de autobuses de Pamplonahttps://t.co/kKFIBpAIkI
— Diario de Noticias (@NoticiasNavarra) March 3, 2025
La velocidad con la que se suceden ya las agresiones, sin embargo, nos obliga a reagrupar en una misma entrada varias noticias. En este caso todavía no hay detención y se busca a un sospechoso tras la denuncia de una “supuesta agresión sexual” sufrida por una menor de 16 años de edad en un domicilio ubicado en el barrio pamplonés de la Txantrea. Llama la atención que positivamente que el Noticias aclare que se trata de otro sujeto de origen argelino, así como que califique la agresión de supuesta, como si volviéramos a los tiempos en que una denuncia podía ser falsa y la culpabilidad tenía que demostrarse.
Buscan al autor de una agresión sexual a una menor de edad en un piso de la Txantrea https://t.co/ijsFejzUQ1
— Diario de Noticias (@NoticiasNavarra) March 4, 2025
Lo que una vez más resulta difícil de tapar es por un lado el aumento constante en Navarra de los incidentes violentos y las agresiones sexuales, y por otro el carácter importado de muy buena parte de los autores de esas agresiones y esos incidentes. En estos dos casos no conocemos aún el detalle, pero raro sería que se tratara de personas en situación regular o sin ningún antecedente. No se trata de que existan personas ilegales, pero evidentemente sí existen personas en situación ilegal o que cometen acciones ilegales. Estamos por lo demás otra vez en lo de siempre. Negarse a reconocer esa realidad o negarse a actuar para responder a ella es algo más que ser un negacionista, es ser cómplice de la situación y hacerse responsable político de la misma.