El partido socialista en el País Vasco interpreta el derecho a la vivienda, consagrado por la Constitución, como que el estado tiene que entregar una vivienda, incluso una vivienda privada desocupada si hace falta, a todo el que no la tenga. El derecho a la vivienda, sin embargo, lo que garantiza más bien es que el estado no puede impedir que los ciudadanos sean propietarios de una vivienda. Así, la Constitución también consagra el derecho al matrimonio. Según la misma lógica socialista, el estado tendría que conseguir una novia a todo el que quisiera ejercitar su derecho constitucional a casarse, eligiendo alguna candidata entre la población femenina desocupada. Cosas de la lógica socialista.