Vuelve el hombre con pene

Parece mentira que alguna vez se fuera, pero vuelve el hombre con pene. Y por tanto vuelve la mujer con vagina. O sea, que vuelve lo obvio. O la mujer es la hembra de la especie humana o es cualquier cosa y las feministas no saben definir qué es una mujer. Si no sabes definir qué es una mujer no puedes defender a la mujer. Si no sabes definir qué es una mujer, no sabes qué no es una mujer. Y así la progresía anda a partes iguales escandalizada y desbordada por la proliferación de señoros convertidos en señoras que ni siquiera parecen señoras, porque tienen barba y pelos en las piernas. Pero los que se indignan son los mismos que se indignan con que las mujeres tengan que depilarse las piernas, lel bigote o los sobacos. ¿En qué quedamos entonces? Si una mujer es igual de mujer por tener bigote, ¿por qué vamos a cuestionar que un señor se sienta señora porque tiene bigote? Ah, pero es que además tiene pene. ¿Pero no empezó todo esto diciéndonos que hay mujeres con pene?

Nos encontramos ante un nuevo caso, y no uno de los menos graves, en que la izquierda abomina por un lado de las consecuencias de las cosas que predica por otro. Por un lado dice que las mujeres pueden tener pene, barba, tatuajes y pelos en las piernas, y por otro se escandaliza cuando empiezan a brotar cabos y sargentos con pene, tautajes, barba y pelos en las piernas, que además van a la televisión a explicar su caso y decir que se sienten mujeres. La misma izquierda que no toleraba un autobús de Hazte Oír que decía que los niños tienen pene y las niñas vagina, y que eso era tansfobia, ahora arremete contra las señoras con barba y pene y dice que son un fraude y un intento de ridiculizar sus leyes.

No deja de ser divertido verificar que los mismos progres que tronaban contra quien osara decir que alguien es hombre por tener pene y que no se puede cambiar de género, ahora le niegan a alguien autopercibirse mujer porque tiene pene y porque antes era un hombre.

Interesa recordar también la incoherencia intrínseca de todo este discurso en virtud del cual alguien puede estar en un cuerpo equivocado y que por tanto hay que facilitar la reasignación del género, porque parte de premisas incompatibles con el propio discurso. O sea, para poder estar en un cuerpo equivocado hay que partir de la base de que hombres y mujeres tenemos mentes y  cuerpos distintos. Para poder estar en un cuerpo equivocado por un lado tiene que haber una fábrica que haga muñecos Ken y muñecas Barbie, y por otro lado tiene que haber cerebros rosa para meter en las Barbie y cerebros azules para meter en los Ken. Si todos los cuerpos son iguales o todos los cerebros son blancos no puedes equivocarte, porque tanto las Barbie como los Ken tendrían cerebros blancos. No sería por tantro posible meter un cerebro equivocado en el muñeco equivocado si todos los cerebros fueran iguales. La única posibilidad de que un cerebro o una mente esté en un cuerpo equivocado es que haya cerebros distintos para cuerpos distintos. Pero esto choca frontalmente con la idea de que el género es una construcción social o que el género puede autodeterminarse. Evidentemente había una contradicción entre decir, por un lado, que se puede ser mujer con pene, y por otro lado decir que si te sientes mujer y tienes pene hay que reasignarte el género y cortarte el pene.

 

Nos encontramos por tanto ante un regreso por la puerta grande de los hombres con pene. Y por consiguiente de las mujeres con vagina y del orden natural de las cosas. Lo aterrador es que todo esto, que es tan incoherente en sus propios términos, que carece de toda lógica y que se desmorona a ojos vistas ante las primeras consecuencias, nos lo han vendido como si fuera ciencia, nos lo han impuesto como si fuera indiscutible, han creado todo un aparato legal e inquisitorial para quien lo  cuestrione y, todavía a fecha de hoy, lo están enseñando a los niños en las escuelas para ver si los vuelven locos.

x

Compartir este artículo

Un comentario

  1. Mas claro el agua.
    Muy buen artículo, pero me temo que seguirán con el acertijo sin solución.
    Y la gente votándoles.
    Eso si que sería una cuestión a dilucidar:
    ¿Existen personas sin cerebro’
    Parece que si.
    ¿Alguien da otra solución a todo esto?

  • Navarra Confidencial no se responsabiliza ni comparte necesariamente las ideas o manifestaciones depositadas en las opiniones por sus lectores. Cada usuario es único responsable de sus comentarios
  • Los comentarios serán bienvenidos mientras no atenten contra el derecho al honor e intimidad de terceros, puedan resultar injuriosos o calumniadores ,infrinjan cualquier normativa o derecho de terceros , empresa, institución o colectivo, revelen información privada de los mismos, incluyan publicidad comercial o autopromoción y contengan contenidos de mal gusto.
  • Se procurará evitar en lo posible los comentarios no acordes a la temática publicada
  • Navarra Confidencial se reserva el derecho de eliminarlos

Información sobre protección de datos

  • Responsable: Navarra Confidencial
  • Fin del tratamiento: Controlar el spam, gestión de comentarios
  • Legitimación: Tu consentimiento
  • Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.
  • Derechos: Acceso, rectificación, portabilidad, olvido.
  • Contacto: info@navarraconfidencial.com.

Suscríbete a nuestro boletín