Se ha hecho esperar, pero VOX ya tiene al fin candidato -en este caso candidata- para encabezar la lista al Parlamento de Navarra. Se trata de Maite Nosti, una médico jubilada del Servicio Navarro de Salud, con 37 años trabajados a sus espaldas. Mujer y médico en el sector público su elección debería haber suscitado entusiasmo en el sector izquierdista del espectro ideológico, pero no ha sido así por alguna extraña razón.
💚 Enhorabuena, amiga Maite, por tu nombramiento como candidata de VOX a la presidencia de Navarra.
👏 Gracias por dar este paso adelante, eres una valiente,
🇪🇸 ¡Juntos somos más fuertes!https://t.co/iL7kryeA1U@VoxNavarra pic.twitter.com/Fe98BWW1Rd
— Maria Estévez 💚🇪🇦 (@Maria_EstevezG) March 28, 2023
Algunos de los pilares del programa de la candidata adelantados por VOX son “aplicar una considerable bajada de impuestos para que Navarra recupere la competitividad fiscal”, o cerrar el problemático centro de menas de Marcilla. Respecto a la inmigración, el criterio es que “quien venga legalmente a trabajar siempre es bienvenido, pero no podemos seguir alentando el efecto llamada a la inmigración ilegal”. Por lo que respecta la política lingüística, “el idioma dejará de utilizarse como un método para discriminar del acceso a la administración a quien no hable vascuence”.
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Vox hace referencia en la presentación de la candidata a los gobiernos del PP y UPN que han dado continuidad o no han desarticulado las políticas de los gobiernos de izquierda o nacionalistas, ya sea respecto a la inmigración, la imposición lingüística o la expulsión de la Guardia Civil de Tráfico.
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En efecto, la clave para muchos votantes es precisamente la expectativa de que votando a VOX puede llevarse a cabo una política alternativa, o puede esperarse el valor que por lo visto ha faltado en el pasado para deshacer el grueso del legado de los gobiernos previos del nacionalismo o la izquierda. De hecho, muchas de las propuestas de VOX que a veces se tachan de radicales no son sino propuestas de otras formaciones de la derecha que sencillamente jamás fueron aplicadas. Que VOX cumpla las expectativas o las defraude consistirá justo en que haga o no haga lo que otros partidos en el gobierno no se atrevieron, para no contrariar al nacionalismo o la izquierda. Si VOX defrauda esas expectativas desaparecerá por otro lado el sentido de su existencia. Para defraudar las expectativas la historia de la derecha ya está llena de siglas.
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Por lo demás, el reto de VOX en Navarra es conseguir trasladar los 19.000 votos que obtuvo en las generales de 2019 a las elecciones forales. Irónicamente, y esto es lo que deben explicar la candidata y su equipo a su potencial electorado, tiene mucho más sentido votar a VOX en las forales, donde se reparten 50 diputados, que en las generales donde en Navarra sólo se disputan 5.
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