Hay noticias que en general pasan desapercibidas. No son políticamente correctas. De lo que se habla y de lo que no lo decide la mayoría mediática, naturalmente la mayoría mediática progresista. Por eso es casi tabú que una televisión se haga eco de una información como esta:
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Los menas magrebíes cometen el 80 % de los delitos en Barcelona según la Guardia Urbana https://t.co/ud6tZOxbPh #larazon_es
— DJGC_Oficial (@DJGC_Oficial) September 29, 2022
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El caso es que Iker Jiménez, el popular periodista del misterio, ha tenido la osadía de publicar su programa algunos datos de la estadística prohibida. Las cifras que hay que ocultar para tapar el debate. Si hay un debate sobre esto puedes perderlo, así que mejor que ni haya debate siquiera. Las cifras, sin embargo, son tumbativas.
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Provincia de Barcelona.
Detenidos extranjeros sobre el total de detenidos (año 2021) #Horizonte #BigData pic.twitter.com/dRrC43OdRo— Iker Jiménez (@navedelmisterio) September 29, 2022
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Mientras que los inmigrantes son el 15% de la población de la provincia de Barcelona, representan el 50% de los detenidos por homicidio, el 51% de los detenidos por agresión sexual con penetración, el 61% de los robos con violencia en vivienda y el 72% de los robos con violencia en la vía pública.
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En realidad, a la vista de las cifras no hay mucho que debatir. Dato mata relato. No puedes tapar la realidad hablando sin más de xenofobia. Normal que quieran impedir un debate al respecto ocultando los números. El problema salta a la vista. Puedes conseguir que no se publiquen las cifras, no puedes conseguir que la conclusión sea evidente observando las cifras.
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Desde luego tampoco es casual que esto suceda en la Cataluña del prusés y la Barcelona de Colau. Barcelona es un experimento que demuestra que la inmigración descontrolada produce resultados catastróficos. Colau es el ejemplo de todo lo que no hay que hacer para no tener que padecer esas cifras. El que tome como modelo a Colau a la vista de los datos, que no se queje después de los resultados. Que no se rasgue las vestiduras ante una agresión sexual. Que no ponga un punto morado en vez de afrontar el problema. Que decida si asume los números de abrazar una inmigración sin filtros, descontrolada e ilegal.
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El misterio de la noticia, sin embargo, es que Iker Jiménez haya podido ofrecer estos datos a su audiencia en una cadena como Cuatro sin ser despedido. O es muy valiente, o su audiencia lo coloca en una posición muy fuerte, o es un misterio, o pronto dejaremos de ver en Cuatro a Iker Jiménez. O a lo mejor es que algo está cambiando. Por otro lado, como pasa con la inflación, ya hay cosas que la gente percibe inevitablemente aunque los medios no hablen de ello. No hablar de ello pasa entonces a ser ridículo.
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