No se puede decir nada contra los menas. Decir algo contra los menas es primero ser racista y xenófobo, y segundo ser una persona sin entrañas cruel con los niños. Lo que pasa es que esta teoría tiene algunas fisuras como luego veremos. Primero pasemos meramente a citar tres noticias respecto a los menas.
Decir “menas” en vez de niños y niñas es una expresión xenófoba y racista inaceptable.
— 🌹 Adrián Barbón 💙💛 (@AdrianBarbon) March 21, 2025
Son niños y niñas que huyen del hambre, la guerra y el terror, poniendo en riesgo su vida para tener un futuro.
Lo mismo que hicieron, por cierto, tantos niños y niñas de Asturias.
Para empezar, hablar de niños y niñas exige introducir el matiz de qué porcentaje de niños y niñas estamos hablando. Hablar de menas es básicamente hablar de varones. Cuando algunos políticos hablan de niños y niñas inducen la falsa idea de que los menas son 50% niñas. De hecho, esta alusión a las niñas parece indicar más bien un intento de ocultar esta anormalidad estadística de que el 94% de los menas son varones, porque obviamente nos encontramos ante una anormalidad estadística. Si se impusiera una cuota de género sobre los menas, por la que por ejemplo sólo pudiera entrar un mena varón por cada mena mujer, habría que rechazar al 89% de los menas.
Toda la verdad sobre los menas: el 94% son varones y el 70% proceden de Marruecos.
— THE OBJECTIVE (@TheObjective_es) July 24, 2024
Informa Marcos Ondarra (@MarcosOndarra). https://t.co/w27s0vamsP
Más allá del género de estos niños y niñas, no está de más abordar la cuestión de hasta qué punto son niños y niñas los menas. La niñez es el período anterior a la adolescencia y la adolescencia comienza con la pubertad, en torno a los 13 años. Niños serían por tanto los menores de 13 años. ¿Cuántos menas hay menores de 13 años? Está claro que los centros de menas no son kindergardens sino otro cosa. Por otro lado, ¿a cuántos menas se les realizan pruebas para determinar su auténtica edad biológica? Esta es una cuestión de fondo, puesto que hablamos de personas irregulares y sin papeles respecto a las que en realidad su condición de menas es una mera presunción hasta que se realiza una prueba biológica. Pues bien, el pensamiento woke ha impuesto que apenas ya no se realicen pruebas biológicas para determinar la edad de quienes se presentan como menas. Cuanto más nos intentan presentar a los menas como niños, más excepcional es que se les hagan pruebas biológicas no ya para determinar si son niños, sino siquiera si son menores. ¿No sería una petición lógica para evitar dudas y dejar el asunto en el campo de la subjetividad realizar pruebas de edad al 100% de los menas? Por lo demás es una discusión absurda. Los grupos que típicamente se ven alrededor de un centro de menas o los problemas de miedo e inseguridad que generan no son provocados por niños, ni que lo sean ni que sean percibidos como tales por sus víctimas, por más que así les llamen algunos políticos.
La Fiscalía reconoce que sólo el 45% de los menas a los que someten a pruebas son menores de edad
— LA GACETA (@gaceta_es) July 26, 2024
Por Rubén Pulido (@rubnpulido)https://t.co/zJnGrRJ1XL
El tercer punto polémico es el del porcentaje de delincuencia que podemos encontrar entre los menas. Porcentajes publicados hace algunos años, de los que se hacía eco incluso el diario El País, hablaban de un 18% de delincuentes entre los menas. El caso es cuando se publica ahora algún porcentaje las páginas de “verificadores” saltan sobre la noticia desmintiéndola con el pretexto de que las policías ya no emiten comunicados con los porcentajes de delincuencia atribuido a los menas. Sin embargo esta ocultación de los datos resulta por sí misma bastante significativa. ¿Por qué se iban a ocultar datos que beneficiaran el discurso gubernamental o desmontaran el discurso de la llamada extrema derecha?
Pues contando que desde que se publico esta noticia, la cosa se ha agravado bastante, e incluso hace 6 años ya eran cifras bastante blanqueadas… https://t.co/YfrvGXpqjT
— Urdinblue EE (@UrdinblueE) March 24, 2025
Al margen de todo lo anterior, el hecho es que nadie quiere a los menas junto a su casa y los que menos de todos los socios vascos y catalanes de Pedro Sánchez. ¿Quién se puede creer al mismo tiempo que el pacto de PP y VOX en Valencia es abyecto y xenófobo pero que el pacto del PSOE con el PNV y con Junts es solidario e integrador? Por otro lado, ¿ha salido alguna comunidad socialista diciendo que me los manden todos a mi que son una bendición? ¿Qué problema habría para acoger a los menas si aparte de decir que son una bendición los partidos en cada comunidad se comportaran como si efectivamente lo fueran? El problema sería entonces la escasez de menas y evitar que una comunidad quisiera quedarse con todos. ¿Alguien ve que en alguna parte la realidad sea esa?
Vito Quiles va a un centro de MENAS y revelan que trafican con droga, beben alcohol y tienen sexo con educadoras.
— Wall Street Wolverine (@wallstwolverine) March 19, 2025
pic.twitter.com/5UJyyyyyOB
Naturalmente hay una cuestión humanitaria en todo este asunto que exige hilar fino. Tan necio sería negar la faceta humanitaria como la vertiente delincuencial. Es cierto que no se puede criminalizar a todos los menas, y que hay niños de verdad y que hay personas que necesitan y merecen protección. De lo que sí se trata es de tratar a los menores como menores y a los mayores como mayores, para lo cual hay que hacerles pruebas, o de criminalizar como merecen a los criminales y de tratar como delincuentes a los delincuentes, castigando y expulsando por lo menos a los menas que vienen a España a causar problemas. Aparte de esto, incluso dejando a los meros delincuentes al margen, algún problema tendremos que resolver en origen como alternativa a acoger en Europa a todos los cientos de millones de pobres del mundo. La irracionalidad de pretender esto, con todas sus consecuencias, salta a la vista para todas las personas que no se empeñen en vivir negando la realidad de los hechos.