Terminar la guerra en Ucrania con la investidura de Trump

Poco a poco Ucrania se va convirtiendo en una guerra olvidada de la que raramente volvemos a hablar, pero todos los días mueren muchos seres humanos en esa guerra. Las cifras acumuladas de muertos en el conflicto, por las dos partes, deben ser sin duda pavorosas. Ni siquiera conocemos sin embargo esas cifras, porque los dos bandos exageran las bajas del contrario y minimizan las propias para ocultar su debilidad. El hecho no obstante es que el frente se encuentra hace tiempo casi completamente paralizado. No hay avances ni retrocesos. La gente muere mes tras mes sobre la misma raya de terreno. El motivo de este análisis por tanto no es un cambio en el terreno militar sino en el terreno político.

La llegada de Trump al poder puede suponer una ocasión para tratar de encontrar una salida negociada al conflicto. Por un lado Trump ha mostrado tanto un apoyo a Ucrania como un rechazo a Putin más matizados que Biden. Por otra parte, si bajo la superficie de los dos bandos se encubre un castigo acumulado que desde el fondo les empuja a desear un fin de las hostilidades, puede ser que lo único que necesiten es un pretexto aceptable, el que sea, para sentarse a negociar un acuerdo. Ese pretexto puede ser el cambio en la presidencia con la llegada de Trump.

Ayer mismo, aparte de otras declaraciones más delirantes o que deben ser asignadas al capítulo de la mera propaganda de guerra, Putin durante una sesión de preguntas y respuestas en la TV estatal rusa abrió su disposición a un acuerdo de paz. No es la primera vez ni que muestra esta disposición, ni la primera vez que expone sus exigencias, principalmente el reconocimiento de las fronteras actuales y el desistimiento de Ucrania a entrar en la OTAN.

Suele suceder en el mundo real que la paz no es resultado de la justicia sino de un balance de fuerzas. Rusia no tiene fuerzas para avanzar más y Ucrania no tiene fuerzas para recuperar más territorio del ocupado por Rusia. Las alternativas en este momento son aceptar este hecho o seguir acumulando muertos sin por otro lado poder cambiar este hecho. ¿Puede suceder como en Siria que después de años y años de conflicto de repente colapse una de las partes? Esto es algo que puede suceder o no, puede que la parte que colapse seas tú en vez de tu rival, y en cualquier caso supone asumir de forma indefinida en el bando propio un precio en vidas humanas difícil de asimilar. Alternativamente, un conflicto abierto puede dar lugar a una escalada en vez de al colapso de una parte y la victoria de la otra. Una guerra abierta no es algo fácil de controlar. Contamos además siempre con el fantasma de que uno de los contendientes dispone de un arsenal nuclear. ¿Sería posible una victoria de Ucrania sobre el terreno? Para eso Occidente tendría que prestar a Ucrania mucha más ayuda militar. Hasta ahora, Occidente sólo esta prestando a los ucranianos el material necesario para resistir. Por otra lado, el riesgo de romper el equilibrio actual, al margen de que ese equilibrio sea justo o no, es la imprevisibilidad de la reacción.

Desde el punto de vista ucraniano, lo que se aprecia en algunas encuestas es el aumento de los partidarios de alcanzar un acuerdo de paz entre la población ucraniana. El 53% de los ucranianos rechazan cualquier concesión territorial a Rusia, pero este porcentaje era del 76% en 2023.

Por lo demás, un acuerdo de paz no significa que el régimen de Putin vaya a durar para siempre, o que en el futuro no haya posibilidades de reajustar un acuerdo presente. La entrada o no de Ucrania en la OTAN también parece un asunto meramente formal porque la OTAN no se comprometería a la defensa de las fronteras ucranianas de 2022 o 2014, sino a las actuales. Al margen de esto, Occidente con o sin entrada en la OTAN ha armado a Ucrania de una forma suficiente para frenar a Rusia y más podría rearmarla con o sin entrada en la OTAN tras un acuerdo de paz. La cuestión por tanto es visualizar cuál es el escenario si se alcanza un acuerdo y cuál es el escenario alternativo si prolongamos indefinidamente la situación actual. ¿Tiene alguna ventaja prolongar y perpetuar el escenario actual?

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