Ser diferente es una gran ventaja política para VOX. Ser diferente te saca de la competición y te otorga un monopolio. Están todos los demás y tú. No hay otro que ofrezca lo mismo que tú. Si alguien quiere lo que tú ofreces, sólo te puede votar a ti para conseguirlo. Esto por un lado es un regalo político para VOX, aunque haya que tener el valor para mantener la presión, y por otra parte es una buena noticia para los ciudadanos, que tienen en VOX una oferta ideológica que parecen haber abandonado todos los demás.
Si bien para VOX es bueno que los demás hayan dejado sólo en sus manos la defensa de la biología, del sentido común y del deporte femenino, no deja de ser triste que por convicción o por falta de valor todo el resto de partidos hayan abrazado sin reparos el discurso de la ideología de género y el feminismo woke de la batasuna de Galapagar. Allá ellos si después el votante prefiere el woke original a la copia o bien por el otro lado la alternativa de VOX. Maite Nosti se ha convertido al parecer en la única portavoz que representa a buena parte de la sociedad en la denuncia de que declaraciones como la rechazada buscan “borrar a las mujeres del deporte», así como en la defensa de la evidencia de que “un trans no es una mujer, es un trans, hay que respetarle y no hay que odiarle y tiene los mismos derechos, pero en el deporte no puede competir como una mujer”. ¿Cómo no llegar entonces a nuestro petrificante titular?
El récord de peso en levantamiento de piedras lo tiene el navarro Mieltxo Saralegui, con 329 kg, mientras que en categoría femenina el récord lo ostenta Idoia Etxeberria con 163,4 kilos. No hace falta ser un genio para darse cuenta de que el récord masculino es el doble de peso que el récord femenino. ¿Hace falta hacer un dibujo?
Por lo demás, la declaración rechazada por falta de unanimidad, gracias a VOX, también incluía un epígrafe llamando a «fomentar el uso de un lenguaje inclusivo y respetuoso que elimine estereotipos y combata el empleo de expresiones discriminatorias o de odio que tengan como causa la orientación sexual o la identidad de género». De nuevo resulta chocante que el único partido que no le compra el marco mental a la izquierda sea VOX. Y después nos preguntamos por qué gana la izquierda y por qué las encuestas parecen congeladas cuando vivimos instalados todo el rato en casi todos los ámbitos dentro su marco mental.
